Honda, vigente campeona mundial, tanto en constructores como en pilotos, confía especialmente en su joven prodigio Márquez, que el curso pasado llegó a encadenar diez victorias consecutivas y que terminó ganando en trece de las dieciocho pruebas del calendario.
El catalán, que además de sus dos últimos títulos en MotoGP también ganó en el pasado los de Moto3 y Moto2, destacó ya en los ensayos de pretemporada. Batió su propio récord de vuelta en la primera sesión de entrenamientos en Sepang (Malasia), a principios de febrero.
Tres semanas más tarde, en esa misma pista, el piloto de 22 años dominaba una vez más la lista de tiempos.
Sin embargo, los últimos ensayos de pretemporada, interrumpidos por la lluvia el pasado lunes en Catar, permitieron descubir la excelencia de la nueva Ducati, la GP15.
Italia, a la reconquista
“Me quedé muy contento con mis tiempos en la segunda sesión. Utilizamos una goma dura y somos muy competitivos tanto con neumáticos nuevos como con los usados”, declaró el italiano Andrea Dovizioso, que firmó el mejor tiempo global de las dos sesiones disputadas, por delante de Márquez y de Andrea Iannone, su compañero de equipo en el constructor italiano.
Un año más, los amantes de la moto podrán ver en acción al italiano Valentino Rossi con Yamaha. A sus 36 años, el Doctor vivirá su vigésima temporada sobre una moto de carreras.
Ducati, cuyo objetivo principal es poner fin a cuatro años de sequía (Casey Stoner logró su última victoria en Phillip Island en 2010), se beneficia, gracias al reglamento y a sus malas actuaciones pasadas, de algunos privilegios.
Con el objetivo de potenciar la llegada de nuevos constructores, los organizadores decidieron conceder varias ventajas a los que no hayan subido a lo más alto del podio en al menos tres años.
En ese contexto será interesante verificar la respuesta de la GP15, así como la de la RS-GP de Aprilia, avalada por su aureola de gloria en Superbike pero que no logra destacar en MotoGP, o incluso de la Suzuki GSX-RR.
La incógnita de Suzuki
Esa última servirá para que el constructor japonés vuelva a la MotoGP tras varios años de interrupción debido a los resultados mediocres con el motor V4. Vuelve con la solución más clásica de un cuatro cilindros en línea, probado por el francés Randy De Puniet en los dos últimos años, pero finalmente confiando como pilotos en dos españoles, Aleix Espargaró y Maverick Viñales, el campeón mundial de Moto3 en 2013.
En los ensayos de Sepang, las elegantes motos azules y blancas -los colores oficiales de la marca- se mostraron tímidas, pero en los últimos en Catar progresaron bien, especialmente en la primera sesión.
Todo ello sin olvidar nunca a Yamaha, que tiene una gran sed de revancha, después de haberse topado con la superioridad de Márquez en gran parte de la pasada temporada.
“Los ensayos de pretemporada fueron globalmente positivos para nosotros”, estimo Jorge Lorenzo, antes de que la lluvia interrumpiera definitivamente las pruebas en Catar.
“Tenemos una buena moto, sobre todo en comparación a la del año pasado”, destacó.