Esa ha sido, al menos, como describió el safety Chris Maragos de los Eagles en un mensaje en su cuenta de Twitter, al verse sorprendido por no encontrar un restaurante al cual ir a cenar durante su estancia en Minneapolis.
“He llamado a tres restaurantes en Minneapolis para hacer una reserva para mí y mis compañeros y “no puedo” conseguirla. Bien jugado, aficionados de Minnesota. Bien jugado”.
Los Vikings llegaron al Partido de Campeonato de la NFC en Filadelfia con la posibilidad de convertirse en el primer equipo en la historia de la NFL en jugar el Super Bowl en su propio campo, el nuevo U.S. Bank Stadium, pero perdieron con claridad por 38-7 ante los Eagles.
La nueva “guerra” que se ha establecido entre los residentes de ambas ciudades, se inició cuando antes del partido entre los Eagles y los Vikings, varios vídeos circularon en redes sociales en los que aficionados del equipo de Filadelfia lanzaban objetos a aficionados del visitante.
En reciprocidad, ahora que los Eagles disputarán el título de la NFL en Minneapolis, habitantes de la ciudad propusieron vengarse con una campaña que invita a suscribirse al servicio de Uber solo para la semana del Super Bowl para no llevar a los aficionados de los Eagles a su destino y dejarlos en otros sitios.
“¿Quién quiere unirse conmigo a Uber SOLO para el Super Bowl para poder dejar a los aficionados de los Eagles en lugares totalmente lejos de sus destinos?”, se lee en uno de los mensajes en Twitter.
De acuerdo a NESN.com, en Facebook se publicó un mensaje que más tarde fue borrado en el que se invitaba a los aficionados de Minneapolis-St. Paul a lanzar objetos a los aficionados de los Eagles.
La Liga Nacional de Futbol Americano (NFL) no ha hecho todavía ningún comentario al respecto, pero fuentes cercanas al comité organizador del Super Bowl LII consideran que son acciones que no deben estar permitidas, al margen de cuales fuesen las experiencias que pudiesen vivir los seguidores de los Vikings en Filadelfia.
Por su parte, las autoridades locales de Minneapolis-St.Paul, que esperan la llegada de más de 70 mil personas para participar en todas las actividades relacionadas con el Super Bowl y presenciar el partido, aseguran que se debe tratar de casos aislados, que investigarán.