El exatleta esloveno Rozle Prezelj fue nombrado por el presidente de la IAAF Sebastian Coe como sustituto de Fredericks.
Según Le Monde, la justicia francesa “dispone de elementos concretos que ponen en duda la integridad del proceso de atribución” de los Juegos a Rio el 2 de octubre de 2009 en Copenhague, donde se llevó a cabo la votación para atribuir los Juegos de 2016.
Otro pago de US$500 mil fue registrado a otra cuenta del hijo del expresidente de la IAAF en Rusia.
Según Le Monde, el 29 de septiembre 2009 (tres días antes de la votación) el empresario brasileño Arthur Cesar Menezes Soares Filho pagó US$1,5 millonesa Pamodzi Consulting, la empresa de Papa Massata Diack, uno de los hijos de Lamine Diack.
La justicia francesa imputó en noviembre de 2015 a Lamine Diack por corrupción y blanqueo de dinero agravado.
Y en diciembre de ese mismo año extendió su investigación a la adjudicación de Tokio como ciudad organizadora de los Juegos de 2020.
Desmentido y encarnizamiento
“La rechazo de manera categórica. Río ganó de manera limpia”, respondió Diack al ser preguntado por esa información en una entrevista en exclusiva a la AFP .
“Esta empresa (brasileña) era un cliente”, declaró, sin más detalles, Pape Massata Diack, que denuncia “acusaciones sin fundamento”.
“No puedo responder en la prensa a una investigación penal. Hay un encarnizamiento indigno creado alrededor de este caso cuando la investigación no es seria y no ha sido realizada de manera profesional y contrastada”, añadió.
“Que vengan a Senegal a investigar y que yo pueda responder oficialmente en lugar de organizar filtraciones en la prensa”, solicitó Diack, exhibiendo documentos impresos en papel y en una tableta que presenta como contratos que le unían a la IAAF.
El hijo de Lamine Diack fue incluido el 17 de diciembre de 2015 por Interpol en la lista de personas más buscadas tras una orden de arresto emitida desde Francia por el caso en el que está siendo investigado el padre.
Actualmente se encuentra en Senegal, cuyo gobierno ha asegurado que no lo va a extraditar.
En cambio, Lamine Diack, de 83 años, está “secuestrado” en Francia y no se le autoriza regresar a su país. “Ni siquiera le quieren acordar la libertad provisional. Le quieren derrumbar psicológicamente”, critica Pape Massata Diack.