“Deberíamos acabar las carreras con la sensación de estar tan exhaustos como si hubiéramos acabado un maratón. A veces haces estas carreras y te da la sensación de que podría hacer otras dos o tres más, seguidas. La Fórmula Uno no debería ser así”, opinó el quíntuple campeón mundial inglés, que, tras firmar en Mónaco su cuarta victoria del año, lidera el campeonato con 137 puntos, diecisiete más que su compañero en Mercedes, el finlandés Valtteri Bottas.
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“Si yo pudiese elegir, volvería a los coches con motor V12, al pilotaje sin ayudas y con cambio de marchas manual; y eliminaría las escapatorias”, comentó Hamilton, de 34 años, que en el principado de la Costa Azul elevó hace dos domingos a 85 su propio récord histórico de ‘poles’ en Fórmula Uno; un día antes de firmar su septuagésima séptima victoria en la categoría reina del automovilismo.
El astro británico lamentó el fallecimiento de Harry Shaw, el niño enfermo de cáncer que le había deseado suerte para el Gran Premio de España; y al que, después de ganar en Montmeló (Barcelona), le dedicó el triunfo, antes de enviarle como regalo uno de sus monoplazas Mercedes.
“Fue muy triste enterarme de la noticia. No puedo entender cómo una persona tan joven puede perder la vida tan pronto. Es algo que se me escapa. Tengo el mejor de los recuerdos del pequeño Harry. Dios tiene otro ángel, ahora”, dijo Hamilton este jueves en Montreal.
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