Actualmente, Farah entrena en Etiopía. Su esposa Tania y sus cuatro hijos residen en Portland, Oregon.
“Esto genera problemas profundos”, dijo el atleta de 33 años mediante un comunicado en su perfil de Facebook. “Tendré que decirles a mis hijos que papá no podrá volver… porque el presidente ha lanzado una política que se origina en la ignorancia y el prejuicio”.
La Press Association de Gran Bretaña informó que Farah y sus representantes tratan de determinar si el hecho de que haya nacido en Somalia representará un problema para él cuando intente volver a Estados Unidos. Farah no tiene doble nacionalidad ni posee un pasaporte somalí.
“Buscamos aclarar la situación con las autoridades estadounidenses”, dijo Jo Livingston, agente de Farah, en un correo electrónico enviado a The Associated Press “Mo se encuentra actualmente en un campamento de prácticas y no tiene previsto regresar a Estados Unidos en varias semanas. Sin embargo, como seguramente apreciarán, él y Tania quieren entender el impacto directo sobre ellos de manera urgente”.
Farah se mudó de Somalia a Gran Bretaña a los 8 años, y se le considera uno de los mejores atletas en la historia del deporte británico, tras conquistar los 5.000 y los 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016. Triunfó también en los mundiales de 2013 y 2015.
Asimismo, obtuvo el oro en los 5.000 metros durante el mundial de 2011, y recientemente, la reina Isabel II lo nombró caballero.
“El 1 de enero de este año, Su Majestad la Reina me hizo caballero del reino. El 27 de enero, el presidente Donald Trump parece haberme convertido en un extranjero”, dijo Farah en su comunicado. “Soy ciudadano británico que ha vivido en Estados Unidos durante los últimos seis años, trabajando duro, contribuyendo con la sociedad, pagando mis impuestos y criando a nuestros cuatro hijos en el sitio que consideramos nuestra casa. Ahora yo y muchos como yo escuchamos que no somos bienvenidos”.