El ex tight end de los Patriots, que purgaba una cadena perpetua por un asesinato en 2013, se ahorcó en su celda de una prisión de máxima seguridad en Massachusetts el miércoles pasado. Días antes, se le había exonerado por los homicidios de otros dos hombres ocurridos en Boston en 2012.
Shayanna Jenkins Hernández, la prometida del exjugador, había solicitado el lunes a un juez que proporcionara copias de las tres notas que Hernández dejó al lado de una Biblia antes de suicidarse. El juez determinó que el fiscal de distrito debe entregar esos textos.
Un abogado de Jenkins Hernández señaló que el fiscal se había negado a entregarle las cartas a la mujer o a cualquier otro familiar, en tanto no concluyera la investigación sobre la muerte.
El juez dijo que la oficina de Joseph D. Early Jr., fiscal del distrito de Worcester, puede suprimir cierta información de los mensajes antes de entregar las copias, a fin de no comprometer la pesquisa.
Kyle Kennedy, un reo quien dijo que se hizo amigo de Hernández en la cárcel, dijo que las autoridades se negaron a compartir una nota dirigida a él.
Lawrence Army, abogado de Kennedy, dijo que su cliente no compartía celda con Hernández. Indicó que las autoridades carcelarias habían colocado a Kennedy bajo una vigilancia especial, como una precaución para evitar que se suicidara. “Es obvio que mi cliente está triste por la pérdida de su amigo”, indicó Army.
Cerca de la funeraria, dos hombres vestidos de traje fueron los encargados de revisar las identificaciones de los invitados que llegaban en auto. La policía cerró una calle que llevaba al lugar, y los trabajadores de la televisión debieron permanecer al otro lado de la misma.
En un momento, Terri Hernández, la madre del fallecido, salió a fumar un cigarrillo en el pórtico de la funeraria.
Entre los invitados estuvieron los mellizos Mike y Maurkice Pouncey, jugadores de la NFL; su colega Brandon Spikes; Michael Baden, prominente forense contratado por la familia Hernández para realizar una autopsia independiente, y Linda Kenney Baden, esposa del médico y abogada defensora.
Una portavoz de la Asociación de Directores de Agencias Funerarias de Connecticut informó que la familia prevé que el cadáver de Hernández sea cremado. En un comunicado, la familia solicitó respeto a su privacidad en un momento de luto, y agradeció las condolencias que ha expresado la gente.
Hernández cumplía con una sentencia de cadena perpetua por el asesinato en 2013 de Odin Lloyd, jugador de una liga menor de fútbol americano que salía con la hermana de Jenkins Hernández.