Miñoso jugó 12 de sus 17 campañas en las mayores en Chicago, bateando .304, con 135 jonrones y 808 empujadas para los Medias Blancas. El equipo retiró su número, 9, en 1983 y hay una estatua de Miñoso en el U.S. Cellular Field.
El pelotero debutó en las Grandes Ligas con Cleveland en 1949 y fue enviado a Chicago en un cambio entre tres equipos dos años más tarde.
Fue el comienzo de una hermosa relación entre el toletero cubano y los Medias Blancas.
Hizo su debut por Chicago el 1 de mayo de 1951 y jonroneó contra el derecho de los Yanquis Vic Raschi en su primer turno.
Miñoso, considerado el primer astro hispano negro de las mayores, fue un habanero que se pasó la mayor parte de su carrera en el jardín izquierdo. Es uno de apenas dos jugadores en jugar en un partido de Grandes Ligas en cinco décadas diferentes. Tuvo su último hit en 1976 a la edad de 53 años y se fue de 2-0 en 1980 en un partido con los Medias Blancas, que trataron infructuosamente durante años de conseguir el ingreso del cubano al Salón de la Fama.
“Cuando yo veía jugar a Minnie Miñoso, siempre pensé que estaba viendo a un jugador del Salón de la Fama”, dijo el dueño del equipo Jerry Reinsdorf en un paquete preparado por los medias Blancas en el 2011 para el templo del béisbol. “Nunca entendí por qué Minnie no fue elegido”.
“Él lo hacía todo. Corría, fildeaba, bateaba con poder, podía tocar y robarse bases. Fue los jugadores más excitantes que he visto”.
Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta fue seleccionado a nueve Juegos de Estrellas y ganó tres Guantes de Oro. Fue golpeado por un lanzamiento en 192 ocasiones, noveno en la lista de todos los tiempos, y finalizó entre los cuatro primeros en la votación para el Jugador Más Valioso cuatro veces.
Pese a las gestiones de los Medias Blancas y prominentes jugadores hispanos, Miñoso no ha llegado a Cooperstown. Su mayor porcentaje en sus 15 años en las boletas de los periodistas fue 21,1 en 1988. Fue considerado por el Comité de Veteranos en el 2014 y no consiguió los votos necesarios.