Sus ojos verdes acaparan la atención. Su técnica al competir también es especial. Pero sobre todo, no hay quien no lo voltee a ver, después de escucharlo hablar.
Es el primer atleta estadounidense que declara abiertamente que es homosexual y que representa a su país en unos Juegos Olímpicos de Invierno.
El hecho de ser gay ha sido motivo de burla en las redes sociales, pero él se lo toma con humor e intenta no amargarse con ello.
“Hace poco me preguntaron en una entrevista cómo era ser un atleta gay. Les dije que es exactamente igual que ser un atleta heterosexual. Mucho trabajo duro, pero normalmente lo hacemos con las cejas más bonitas”, dijo en una ocasión.
¿Qué pasó con Trump?
“Si yo le hablara a la gente de la manera como lo hace el presidente Donald Trump, mi mamá me patearía el tra…”, dijo en una entrevista a MSNBC.
Además, rechazó reunirse con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien lideró a la delegación de su país en los juegos.
“Personalmente no tengo nada que decirle a Mike Pence. Si me dan la oportunidad de hablar después de las Olimpiadas, preferiría hacerlo con la gente cuyas vidas han sido dañadas por la legislación que él ha llevado a cabo”, aseveró.