No se produjeron cambios en la general. Dumoulin mantuvo el maillot rojo con 3 segundos sobre el italiano Fabio Aru y 1.15 minutos respecto a “Purito” Rodríguez.
Etapa larga, la primera de las tres finales que restan para decidir el ganador y los componentes del podio. De inicio salió lanzada, a 50 por hora, pero la escapada no se formó hasta el kilómetro 55, con 24 hombres en el grupo de avanzadilla.
El pelotón permitió que cogieran 6 minutos de adelanto, pero no más, ya que el MTN Qhubeka se empeñó en perseguir para que la aventura no prosperase. Trataba de guardar su décimo puesto en la general del surafricano Louis Meintjes.
Mañana se disputa la decimonovena etapa entre Medina del Campo y vila, de 185,8 kilómetros.
Ángel Madrazo puntuó en cabeza los altos de Santibañez de Ayllón y del Campanario, los aperitivos antes de afrontar el punto caliente de la jornada, el Puerto de la Quesera, un primera a 13 kilómetros de meta donde algunos pensaban que se podría poner a prueba al líder Tom Dumoulin.
En la aproximación al puerto cambió el decorado con el Astana al mando. Otro ritmo, otras intenciones para menguar la renta de los 25 escapados, que era de 3.44 minutos al paso por Majaelrayo, la joya de la arquitectura negra.
Poco antes de La Quesera lo intentó de lejos Purito, reducido de inmediato por el Astana, en mayoría en ese momento. Ya en el ascenso se sucedieron los ataques entre los favoritos. Fabio Aru prendió la traca a 20 de meta, e insistió un par de veces más, pero no hubo manera de descolgar a Dumoulin, siempre pegado a la rueda del italiano. Valverde también tensó la cuerda, con el mismo resultado.
Por la cima pasaron todos juntos a 1 minuto de Haimar Zubeldia y Nicolas Roche, cabeza de carrera. Por delante un descenso de 13 kilómetros hasta Riaza, en el que los escapados mantuvieron la ventaja para jugarse la victoria. Roche fue más rápido que su rival y estrenó el casillero del Sky en la presente edición.
Por detrás, los favoritos firmaron tablas, a pesar de que Dumoulin sufrió varios ataques, sobre todo a cargo de Aru y Valverde, pero la fortaleza del ciclista de Maastricht estuvo a prueba de bombas.