Verdadero ídolo en China, el atleta dejará una carrera marcada por las victorias que ilusionaron a un país entero y por las lesiones que provocaron la desilusión de todos sus aficionados.
En los Juegos Olímpico de Atenas 2004, Liu Xiang se llevó el oro en los 110m vallas, entrando en la leyenda de un país como China poco habituado a brillar en las pistas de atletismo.
Dos años más tarde, el nacido en Shanghai batió el récord del mundo en un mitin en Lausana (Suiza) , con un tiempo de 12.88 que después fue rebajado.
Pero para Liu Xiang lo bueno había terminado. Tras convertirse en un icono publicitario, el vallista chino tuvo que renunciar a participar en las series clasificatorias en los Olímpicos de Pekín 2008 delante de su gente. Una lesión en el tendón de Aquiles, que arrastraba durante meses, fue la culpable.
Este contratiempo provocó un gran estupor en toda China y se convirtió en uno de los episodios más dramáticos de los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, la historia se volvió a repetir en las justas de Londres 2012. Liu tuvo que abandonar en la primera serie de Aquiles. El velocista chino fue operado en la capital británica.
Desde ese día, nunca más pudo recuperar el nivel y fue excluido para participar en los Olímpicos de Rio 2016.