Otro de los aspirantes al podio en París, el estadounidense Tejay van Garderen, perdió 2’30.”
Unas diferencias a favor de Froome a las que hay que sumar los 10 segundos de bonificación como ganador de etapa (Nairo ganó 4). De ahí la cara de satisfacción del británico en la línea de meta.
“¡Estoy tan contento! Preparamos esto desde hacía mucho tiempo. Correr de esta manera, con Richi (Porte) segundo, Geraint Thomas quinto. Es una jornada histórica para el equipo”, declaró exultante el líder de la formación Sky.
Froome, no obstante, adviritó que el Tour no está acabado. “Hay un largo camino hasta París y en las carreras ciclistas las cosas pueden cambiar rápidamente”, añadió.
Los corredores habían advertido el lunes en Pau que la de este martes podría ser una etapa clave en este Tour: primera llegada en alto, muy exigente y, sobre todo, después de una jornada de descanso. Y la batalla no defraudó.
Movistar marca el ritmo
El francés Piedrick Fédrigo (Bretagne-Séche) y el belga Kenneth van Bielsen (Cofidis) protagonizaron la escapada del día, llegando a contar con un cuarto de hora de ventaja sobre el pelotón.
Al pie de La Pierre Saint-Martin, la diferencia de los fugados era solo de algo más de dos minutos, gracias sobre todo al trabajo del Movistar, que marcó el ritmo de la caza.
El equipo de Quintana y el Tinkoff de Alberto Contador, otro de los pretendientes al maillot amarillo en París, impusieron un fuerte ritmo en las primeras rampas del puerto.
Los primeros damnificados por el trabajo del Movistar fueron los ciclistas franceses: Jean Christophe Péraud (2º en el pasado Tour), Thibaut Pinot (3º) y Romain Bardet (6º) fueron los primeros en quedarse de los pretendientes al podio.
A 11 km para meta, el grupo principal atrapó a Fédrigo, que se había distanciado de su compañero fugado, y poco después el ritmo de Movistar provocó que el italiano Vincenzo Nibali, ganador del Tour del año pasado, perdiese contacto, al igual que el colombiano Rigoberto Urán (sexto en la general al empezar la etapa).
Froome responde a los ataques de Valverde
A falta de 9 km para el final fue el Sky el que tomó el relevo del Movistar para marcar el ritmo de los favoritos (entre los que viajaba el escalador argentino Eduardo Sepúlveda) y, sobre todo, distanciar lo más posible a Nibali.
A ocho km, la formación española pasó al ataque con dos acelerones de Alejandro Valverde, pero el Sky incrementó el ritmo con el australiano Richi Porte, quedándose Contador y Tejay van Gerderen, y poco después atacó Chris Froome a 6,2 km para meta, al que ya no pudo responder Quintana.
“He tenido unas sensaciones pésimas, malísimas. No era capaz de respirar, de hecho, aún me cuesta. Cuando no respiras es imposible. Tenía que intentar llevar un ritmo, me ponía fuera del sillín e iba aún más despacio que sentado, cuando en mi estilo es el contrario”, dijo Contador nada más cruzar la meta tratando de explicar su mal día.
El británico, ganador del Tour en 2013, no bajó el ritmo, sino todo lo contrario, hasta entrar victorioso en la inédita meta de la Pierre Saint Martin.
“Me hubiese gustado ser primero, pero (los corredores del Sky) han sido más fuertes. Estoy bien, tanto físicamente como mentalmente. Yo estoy tranquilo, tengo buenas sensaciones, solo que mi rival fue más fuerte que yo hoy”, admitió Quintana, que al menos tiene el consuelo de que ha pasado a liderar la clasificación de los jóvenes.
El maillot blanco que distingue al líder de esa clasificación, no hace olvidad a Quintana su gran objetivo: “El sueño de vestir de amarillo no se ha acabado y lucharé por ello hasta el último día”.
En la general, el maillot amarillo aventaja en 2’52” a Van Garderen, segundo, y 3’09” sobre Quintana, en lo que sería por el momento el podio en París. Valverde es cuarto a 4’01“, Contador sexto a 4’04” y Nibali décimo a 6’57.”
Enormes diferencias, pero quedan todavía dos etapas pirenaicas y los Alpes.