Este domingo se jugó en el Estadio Azteca de Ciudad de México el tercer partido oficial de la NFL desde el 2005, un hecho que a partir de ahora se repetirá una vez al año hasta 2021, después del acuerdo al que la liga llegó con el Grupo Televisa.
Los New England Patriots, campeones vigentes, se enfrentaron a los Oakland Raiders en la ciudad latinoamericana. El himno nacional mexicano sonó porque el partido se jugaba allí.
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La acción de Lynch se enmarca en las protestas contra el racismo y la violencia policial que inició hace más de un año Colin Kaepernick, el entonces mariscal de campo de los San Francisco 49ers, quedándose sentado o hincando la rodilla en el suelo durante el himno.
Marshawn Lynch of the NFL’s Oakland Raiders stands for the Mexican Anthem and sits down to boos for our National Anthem. Great disrespect! Next time NFL should suspend him for remainder of season. Attendance and ratings way down.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 20, 2017
Trump abrió el enfrentamiento con el mundo del deporte cuando, en septiembre, llamó “hijos de p…” a los jugadores de la NFL que han seguido su ejemplo y llegó a instar a los equipos a que los despidieran.
Lynch, quien juega de “running back” de su equipo, fue noticia en octubre cuando llegó al estadio en Denver antes de un partido con una camiseta con la leyenda “EVERYBODY VS. TRUMP” (todo el mundo contra Trump). Lleva toda la temporada quedándose sentado cuando suena el himno nacional estadounidense antes del inicio de los partidos.