El partido no fue del agrado de la mayoría de los aficionados, que abuchearon fuerte al Monfils cuando consideraron su falta de entrega en algunas ocasiones.
También Djokovic, incómodo por sus desaciertos en el tercer cuadro, rasgó su camiseta.
“Son cosas que ocurren al calor del momento. Pero nada más que fui a mi bolsa y tomé otra camiseta, me sentí mejor”, declaró el serbio.
dijo Djokovic.
La decimotercera victoria de Djokovic en otros tantos encuentros contra el francés dejó un sabor agridulce en el ambiente, pese a ser un partido dramático y lleno de controversia.
Parecía que Monfils se iba a entregar en dos sets, luego de perder con facilidad las segunda manga en sólo 21 minutos, cuando el público comenzó a silbarlo e insultarlo.
El francés reaccionó y le arrebató el saque a Nole por primera vez en la tarde, para tomar impulso y ganar un muy peleado tercer set, donde logró meter 14 de sus 36 tiros ganadores del partido.
Problemas
Djokovic tampoco estuvo muy fino, pues luego de dominar los dos primeros cuadros, tuvo problemas con su saque en el tercero, que terminó cediendo en 41 minutos.
El serbio requirió masajes en ambos hombros en ese set y el cuarto, lo que achacó a la “terrible humedad”.
En un momento dado, el francés también llegó a pedir una lata de refresco para recuperar su nivel extra de energía, justo cuando Djokovic rasgaba su camiseta.
Al final, el serbio impuso su mayor físico y rango para llevarse el triunfo al cabo de 2 horas y 32 minutos, en los que acudió a su mejor volea para cometer sólo 27 errores no forzados por 52 de su rival, lo que compensó los 26 tiros ganadores en el partido, 10 menos que Monfils.
“Creo que a veces, en momentos de tensión, decisivos, tuvimos muchos intercambios desde la línea de base y Gael es uno de los mejores atletas en el tour, muy flexible”, reconoció Djokovic.
En sus enfrentamientos contra Wawrinka domina el serbio 14-9, pero asegura que ello no garantiza nada por la forma en que ambos están jugando.
“Las posiblidades son de 50 y 50”, aseguró Djokovic.