“Quiero recuperar el placer por jugar y por entrenar, como me ocurre cuando estoy en Belgrado”, declaró Djokovic a la prensa en la capital de su país. Fue declarado baja para el torneo ATP de Pekín por una lesión en un codo.
“Ya no quiero ni pensar ni hablar más del número 1, ni tampoco de ganar torneos o Grand Slams”, insistió.
Explicó que desde su victoria en Roland Garros no se sentía muy bien “en el plano emocional, ni en el entrenamiento, ni en los torneos, ni en los partidos”. Esa incomodidad cree que se debe a que se le imponía “conseguir objetivos históricos”.
“No juego al tenis únicamente para ganar partidos, torneos o batir récords (…) He tenido mucha suerte por lograr lo que he logrado y ahora estoy en una posición en la que puedo redefinir mis objetivos”, insistió.
Djokovic se ha tomado un tiempo con su familia y dice que se ha recuperado bien de su lesión.
“Mi servicio en los últimos tiempos no iba muy bien, por esta lesión, pero los otros golpes están en un nivel óptimo”, aseguró.
Djokovic también aplaudió a su entrenador Boris Becker: “Hemos ganado siete Grand Slams juntos, los resultados muestran que nuestra colaboración ha sido fructífera”.