La ATP Cup, una competición por naciones organizada por la ATP, marca el pistoletazo de salida de la temporada en el circuito masculino.
Djokovic, de 34 años, mantiene aún la duda sobre su participación en el Abierto de Australia (17-30 de enero), el Grand Slam que ha conquistado en nueve ocasiones, incluidas las tres últimas ediciones.
En caso de victoria en la edición de 2022, un nuevo título le supondría la conquista de su 21º ‘grande’, batiendo de esta forma el récord que comparte actualmente con el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, los tres con 20.
Pero para ser autorizado a entrar en Australia y participar en el torneo, los jugadores, su entorno y los miembros de su equipo deben estar vacunados.
Y Novak Djokovic no quiere decir si está vacunado o no. Su padre Srdjan había declarado a finales de noviembre a la televisión serbia que su hijo no iría “probablemente” al Open de Australia, denunciando un chantaje por parte de los organizadores.
La Federación Australiana de Tenis ha puesto a disposición de los tenistas vuelos chárter para permitirles acudir a Melbourne y Sídney para participar en los torneos preparatorios.
La última campeona del Open de Australia femenino, la japonesa Naomi Osaka, estaba entre los que aterrizaron el martes, mientras que Djokovic no estaba a bordo.