“Una de las claves ha sido poder devolver un máximo de pelotas”, dijo Djokovic tras el encuentro, añadiendo que “estoy muy satisfecho con mi resto. No es fácil cuando juegas con alguien tiene un saque como Roanic”.
Raonic, número 11 del mundo, mantuvo a raya al serbio durante la primera parte del partido con bolas cruzadas y buenas subidas a la red, pero tras ceder un break, Djokovic tomó la iniciativa.
Con 3-2 en el marcador, Djokovic rompió el servicio del canadiense para ponerse 4-2 y acabar rubricando la primera manga con un 6-3.
El serbio, ganador del Torneo de Madrid en 2011, comenzó el segundo set rompiendo el saque de Roanic poniéndose rápidamente con un 2-0 en el marcador, con lo que luego le bastó con no ceder su saque para acabar ganando la manga 6-4.
Djokovic parece haber dejado muy atrás su sorpresiva eliminación en la primera vuelta del Torneo de Montecarlo para caminar firme hacia la final en Madrid.
El serbio luchará por una plaza en la misma el sábado contra el japonés Kei Nishikori, que antes había eliminado al australiano Nick Kyrgios.
“No saca como Milos, pero es muy rápido dentro de la pista, muy agresivo”, consideró el serbio, con vistas a su rival del sábado.
“Intentaré sacarle de la línea, donde le gusta jugar y mezclar un poco el juego”, añadió el número uno del mundo.
El jugador de Belgrado mantuvo la sangre fría y en el último partido de la jornada, firmó la séptima victoria sobre el discípulo del español Carlos Moyá, con quien sigue sin perder un solo set.
El último rival de Djokovic antes de la final será Nishikori, que derrotó al australiano Nick Kyrgios, por 6-7 (6) , 7-6 (1) y 6-3. En la otra semifinal lucharán el español Rafael Nadal y el británico Andy Murray.
