Gasquet, la sorpresa en semifinales, que se deshizo en la ronda previa del suizo Stanislas Wawrinka, cabeza de serie número cuatro, hizo sufrir este viernes a un Djokovic que, si bien no pasó excesivos problemas en su partido ante Marin Cilic en semis, ya había pasado apuros en cuartos con el sudafricano Kevin Anderson, que llegó a ponerse dos sets arriba.
El serbio esperaba la revancha de Roland Garros ante Wawrinka, pero tuvo enfrente a un Gasquet que saboreaba sus terceras semifinales de Grand Slam (Abierto de Estados Unidos 2013 y Wimbledon 2007 y 2015) .
El francés, vigesimoprimer favorito en Londres, notó la presión del encuentro, disputado en la pista central del All England Tennis Club, y se mostró muy errático con su servicio, un elemento clave en las batalles sobre césped (56 por ciento de primeros y 74 por ciento de puntos retenidos con su saque) .
Pese a esto, tampoco se vio hoy la mejor versión de un Djokovic mermado por sus molestias en el hombro, que le dieron más de un problema durante el encuentro.
El vigente campeón en Londres conocía bien a su rival de hoy, con el que se había enfrentado en 12 ocasiones, la última sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros este año, con un contundente triunfo del serbio por 6-1, 6-2 y 6-3.
La última victoria del francés sobre “Nole” data de la Copa de Maestros de 2007, disputada en Shanghái (China) , donde se impuso por 6-4 y 6-2. Desde entonces, nueve victorias consecutivas para el tenista de Belgrado, en tierra batida y sobre cemento, pero nunca en hierba.
Bajo la mirada de su entrenador, el alemán Boris Becker, ganador en Londres en 1985, 1986 y 1989, y de la leyenda australiana Rod Laver, Djokovic se llevó el primer set en el desempate (7-6(2) , en 52 minutos, antes de ganar también el segundo por un cómodo 6-4, al aprovechar la única bola de ruptura de la que dispuso.
El sol que caía a plomo sobre el suroeste de la capital británica había dejado seca la tierra del fondo de la pista, al descubierto en la segunda semana de torneo, y el serbio sufría para resbalar sobre esa superficie, uno de sus movimientos favoritos.
Djokovic, sin embargo, encontró la forma de desquiciar a un Gasquet que en el tercer set se inclinó ante el imperial servicio del serbio, que frenaba los tímidos amagos de remontada de su rival a base de “aces” .
“La final de Wimbledon es el partido más visto del mundo. Hay mucho en juego y estaré preparado. Es un honor y un privilegio que esté ahí y tengo la responsabilidad de hacerlo bien”, afirmó el serbio, que ya espera el domingo a las 14:00 hora local a Roger Federer o a Andy Murray en el último encuentro del torneo.