La Policía Federal brasileña identificó un funcionario de una contratista del Ministerio de Deportes que incluyó informaciones falsas en el banco de datos del Bolsa Atleta para que parte de los recursos fuese destinado a deportistas inexistentes.
Las primeras irregularidades fueron descubiertas en 2012 por la Contraloría General de la Unión, que ese mismo año suspendió pagos bajo sospecha y le pidió a la Policía Federal que investigara los desvíos.
En cinco años de investigaciones la Policía Federal consiguió reunir pruebas sobre las personas que inscribieron a al menos 25 falsos atletas, incluso algunos de nivel olímpico, y sobre las que retiraron los recursos desviados y que fueron depositados en seis cuentas bancarias abiertas de forma fraudulenta.
Según las estadísticas del Ministerio de Deportes, el programa de incentivo benefició a 23.000 atletas desde 2005.
De los atletas que disputaron los Juegos Olímpicos de agosto del año pasado, el 77 % recibió subsidios para ayudarlos en el sustento, y de las 19 medallas conquistadas por Brasil, 18 se las colgaron atletas beneficiados por el programa.