Del Potro resistió bien la presión y cumplió con su papel de número 1 argentino, superando claramente a un jugador que tiene un mejor ranquin ATP (38 el tandilense, 20 el veterano cañonero croata).
“Sabía que tenía que ser paciente, estar calmo todo el tiempo para buscar las chances para quebrarle”, afirmó Del Potro en conferencia de prensa sobre el tipo de juego de su rival y su temible servicio.
Esta victoria es la primera que logra Del Potro en un partido de una final de la Copa Davis, ya que había perdido en los que había participado en las otras finales que disputó, en 2008 y 2011, ambas contra España.
Del Potro tiene tomada la medida a Karlovic, al que ha superado ahora en cinco de sus seis enfrentamientos. Sólo cayó ante el gigante croata en una ocasión y fue en la primera, en 2007 en el torneo sobre hierba de Nottingham.
Delpo no pudo cumplir el objetivo de ganar en tres sets y sufrir el menos desgaste posible, pensando en su duelo del domingo contra Marin Cilic y en su posible participación el sábado en el choque de dobles.
Del Potro, recientemente galardonado por la ATP con el premio al mejor regreso del año, estaba fuera de los mil primeros hace unos meses, tras unas temporadas marcadas por las lesiones, pero en los últimos meses parece haber recuperado la inspiración del pasado.
No sólo subió hasta el 38 lugar del mundo, sino que fue plata en los Juegos Olímpicos de Rio, ganó el torneo de Estocolmo y consiguió un triunfo valiosísimo sobre Andy Murray, ahora número 1 mundial, para que Argentina ganara la semifinal de la Copa Davis a Gran Bretaña en Glasgow.