“Los deportistas correctos deben ser controlados sobre las sustancias correctas en el momento adecuado. Las organizaciones están controlando ahora de una forma mucho más inteligente de lo que habíamos visto previamente”, añadió.
Según el presidente de la AMA, “hasta este año había preocupación porque algunos deportes no hacían controles de todas las sustancias que debían”, algo que ha cambiado ya que “las organizaciones planean ahora sus test de una forma inteligente para hacer controles sobre los productos que parecen tener mayor riesgo en cada deporte”.
“El pasaporte biológico (ABP) puede permitir a los deportistas levantar sus manos y probar que están limpios. Unas 35 organizaciones antidopaje usan ahora el módulo sanguíneo del pasaporte como parte de sus programas antidopaje -incluidos deportes como ciclismo, tenis y futbol-“, añadió.
Reedie se refirió también a las novedades introducidas en el Código Mundial, cuyas normas deben ser lo más efectivas posibles, y destacó que las sanciones más fuertes están equilibradas con un grado mayor de flexibilidad que permite reducir la sanción si el deportista puede demostrar que no hacía trampas (como en el casos de los suplementos contaminados.
“El Código ofrece ahora mejores normas para cubrir el entorno del atleta, tras ver que puede tener una enorme influencia en las decisiones del deportista”, consideró Reedie, quien destacó que el fondo especial creado con el COI “es un gran paso adelante y una muestra de que el movimiento olímpico y los gobiernos pueden colaborar de forma efectiva en beneficio de los atletas limpios”.