Deporte Internacional

Cómo se decidieron los 100 metros más ajustados de la historia entre Lyles y Thompson en París

La "prueba reina" de los Juegos Olímpicos de París dejó un momento para la posteridad con el apretado cierre entre Noah Lyles y Kishane Thompson.

Los 100 metros de París 2024 fueron los más apretados de la historia.

Los 100 metros de París 2024 fueron los más apretados de la historia. (Foto Prensa Libre: AFP)

Noah Lyles, el principal referente de las pruebas de velocidad estadounidense puso fin, por apenas cinco milésimas de segundo, a una racha de 20 años de sequía para Estados Unidos en los 100 metros.

Lyles superó apenas jamaicano Kishane Thompson, que no pudo colgarse del ansiado metal de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Sobre el papel ambos finalizaron con el mismo tiempo: una marca de 9.79 segundos por lo que todo el Stade de France vivió momentos de suspenso en lo que se daba a conocer quién sería el medallista de oro.

Tras algunos momentos por fin las pantallas del estadio anunciaron al ganador: Noah Lyles se convirtió en el hombre más rápido del mundo por un margen de apenas cinco milésimas.

"Fue un momento de locura, creía realmente que él había ganado. Fui incluso hacia Kishane para decirle que creía que la victoria era para él. Cuando vi mi nombre en el marcador fue algo increíble", reconoció Lyles en su conferencia de prensa posterior al título.

Sin embargo, pronto en las redes sociales se levantó un debate del ganador de los 100 metros ya que por las imágenes de la trasmisión televisiva se aprecia que el pie de Thompson supera primero la línea; mientras que otros sectores argumentaban que fue la cabeza de Lyles que pasó primero la meta.

Pero en las pruebas de atletismo existe una singular forma para determinar al ganador y es que no se toman en cuenta ni pies ni cabeza, sino el torso (pecho).

Las reglas de la Word Athletics (la federación que rige el atletismo a nivel mundial) establece que "los atletas se colocarán en el orden en que cualquier parte de su cuerpo "es decir, el torso, a diferencia de la cabeza, el cuello, los brazos, las piernas, las manos o los pies) alcanza el plano vertical del borde más cercano a la línea de meta".

Para Thompson, que al cruzar la línea pareció creerse el campeón, la plata es en cualquier caso la confirmación de su eclosión entre los mejores del esprint, donde sigue siendo el más rápido en lo que va de año con un crono de 9.77, dos centésimas por debajo del firmado en el Estadio de Francia.

ESCRITO POR:

Oscar Ordóñez

Periodista de Prensa Libre, especializado en deportes con 2 años de experiencia.