Norris, además, sumó el punto por ser el piloto con la vuelta más rápida en carrera este domingo.
Fue el primer Gran Premio de la historia que se disputó a puerta cerrada: “Habría sido bonito compartir la victoria con los espectadores”, admitió el vencedor de la prueba, que mantuvo la cabeza fría pese a la preocupación por su caja de cambios y por la salida, al menos en tres ocasiones, del coche de seguridad.
“Claramente había algo de presión durante toda la carrera”, reconoció Bottas, que en muchos momentos no pudo ir a tope por los problemas mecánicos de su Mercedes: “En un momento dado, llegué a estar preocupado”.
Como consecuencia del estricto protocolo sanitario debido al COVID-19, no hubo ceremonia del podio como tal y los pilotos celebraron sus resultados en la pista, sin mandatarios y descorchando el champán sin retirar la mascarilla.
“Estar ahí y no poder aprovecharlo con los fans hace más complicado el poder saborearlo”, declaró Norris.