La registradora, Christine Derrett, dijo que no existía evidencia creíble de que la deuda sería pagada pronto. Se negó a posponer el caso por otros 28 días y anunció una orden de bancarrota.
“Una tiene la impresión de que se trata de un hombre con la cabeza bajo la arena”.
“Una tiene la impresión de que se trata de un hombre con la cabeza bajo la arena”, indicó la registradora, que agregó que vio a Becker jugar en la cancha central de Wimbledon.
Becker, de 49 años y que nació en Alemania y vive en Londres, recientemente fue entrenador de Novak Djokovic y ha sido comentarista de televisión.
Su abogado, John Briggs, había argumentado que había evidencia suficiente de que Becker podría pagar la deuda a través de un acuerdo de refinanciamiento que involucraba la rehipoteca de una propiedad en Mallorca, que se esperaba generara 6 millones de euros (6,7 millones de dólares). Briggs subrayó que se esperaba que el acuerdo sería aprobado por un banco español en aproximadamente un mes.
Briggs también dio que Becker “no era un individuo sofisticado cuando se trata de finanzas” y que es muy probable que la bancarrota tenga un efecto adverso en la imagen de Becker. “Él debería haber pensado en eso hace mucho tiempo”, respondió la registradora.