Tao Song, cámara de la televisión CCTV, se acercó tímidamente a Bolt, ambos se estrecharon las manos y el periodista le entregó al atleta una pulsera para pedir excusas por lo ocurrido la víspera, todo bajo una lluvia de flashes de los fotógrafos que inmortalizaron la escena.
El accidente ocurrió el jueves, segundos después de que Bolt ganase la final de los 200 metros lisos. Cuando estaba celebrando su título, el camarógrafo, que lo filmaba al borde de la pista, perdió el control de su Segway (un vehículo eléctrico de dos ruedas) y atropelló a la leyenda viva del esprint.
El choque, espectacular, hizo caer al séxtuple campeón olímpico del esprint hacia atrás, de forma bastante violenta, como una entrada por detrás realizada por un futbolista.
El clamor en el estadio estuvo a la medida de la sorpresa generada por la colisión.
Pero Bolt se levantó finalmente unos instantes más tarde, interesándose por el camarógrafo, antes de seguir su vuelta de honor, sonriente.
Bolt y su rival Justin Gatlin, plata, bromearon con lo sucedido: “Gatlin pagó al cámara para que me atropellara, eso es lo que se rumorea”, dijo entre risas Bolt.
“Quiero que me devuelva mi dinero. No acabó su trabajo”, dijo Gatlin, que también fue plata en los 100 m, por detrás del jamaicano.
Bolt volverá a correr el sábado en el relevo 4×100 metros con Jamaica, que defiende el título.