Diez ventanillas se pusieron a disposición del público para distribuir gratuitamente cuatro entradas por persona.
“Muhammad Ali dejará un gran legado y simplemente quiero estar presente”, dijo Andeja Tyler, una camarera de 23 años.
La ceremonia del viernes se inscribe dentro de los funerales excepcionales organizados en Louisville para Ali, fallecido el viernes pasado a los 74 años.
Algunas personas pasaron la noche en vela esperando, sentados en sillas de camping o envueltos en mantas.
“Muhammad Ali era alguien extraordinario, no solo como atleta sino también en el ámbito humano. Era el campeón del pueblo y, siendo de Louisville, nos sentimos parte de su familia”, se justificó Jessica Moore, fiscal de la ciudad.
El último adiós a Ali comenzará el jueves con una oración musulmana abierta al público.
La ceremonia del viernes, precedida por una procesión, reunirá a varios jefes de Estado y a cerca de 15.000 personas en la gran sala de deportes del KFC Yum!
El expresidente Bill Clinton pronunciará una oración fúnebre, en tanto el mandatario Barack Obama no podrá estar presente en el funeral debido a que participará en Washington en la ceremonia de graduación de su hija Malia.