El seleccionador uruguayo, Oscar Tabárez, no quiere arriesgar al futbolista, que podría reaparecer en el tercer y último choque de la fase de grupos frente a Jamaica.
El centrocampista Álvaro González admitió hoy que el partido frente a Venezuela es una final porque una derrota dejaría al conjunto charrúa con un pie y medio fuera del torneo, y consideró que es ahora cuando se deben sacar a relucir los galones de equipo poderoso.
Uruguay se entrenó hoy en las instalaciones de la Universidad de Pensilvania y este miércoles lo hará en el césped del Lincoln Financial Field, el escenario del choque con los venezolanos.
“Es una final, si no ganamos se nos complica el pase a cuartos. Acá tenemos que demostrar la experiencia del grupo y que sabemos jugar con la soga al cuello”, dijo González en rueda de prensa en Filadelfia, donde la Celeste realizó su primer entrenamiento.
El jugador del Lazio, que tiene muchos números para entrar en el once titular en el sitio del sancionado Matías Vecino, destacó que el equipo se está reponiendo de un partido “muy duro” como el del debut frente a México, que se saldó con una derrota uruguaya por 3-1.
“Tuvimos que hacer un desgaste extra por ir detrás del marcador, y además estuvimos con un jugador menos, aunque estamos bien, mentalizados y con ganas de que llegue el partido”, añadió.
González también se refirió a la situación de Suárez, el gran tema de conversación en la concentración charrúa, y reconoció que le preguntar a diario por su estado.
“La verdad que siempre su respuesta es positiva. Está contento como avanza su evolución, dice que el cuerpo le da aunque no quiere arriesgarse, pero motivado para sumarse cuanto antes”, señaló.