“Los ladrones sabían exactamente qué buscar y dónde encontrarlo”, explicó hoy uno de ellos, que prefirió mantenerse en el anonimato y recordó que en esa zona solo podían estar las personas acreditadas que portasen además el chaleco facilitado por la organización del torneo.
Este tipo de robos se suele dar en los grandes eventos deportivos y así ocurrió en la pasada edición celebrada en Chile o en los Juegos Panamericanos de Toronto, donde la sustracción de varios equipos obligó a la organización a advertir de los hurtos y a recomendar a los profesionales que los tuvieran controlados en todo momento.