Un hombre la embistió con su camioneta y se la llevó a su casa, donde la sometió a un calvario.
BBC NEWS MUNDO
Nathalie Birli, la triatleta austríaca que fue secuestrada cuando entrenaba y logró convencer a su captor de que la dejara en libertad
Nathalie Birli, una triatleta austriaca de 27 años, vivió durante unas horas una terrible pesadilla tras ser secuestrada cuando iba en bicicleta a plena luz del día.
Pero ella logró salvarse gracias a su valor… y a unas orquídeas.
Birli, que tiene un hijo de solo 14 semanas, entrenaba con su bicicleta cerca de la ciudad de Graz el martes, cuando fue arrollada por un hombre “lleno de odio” en su camioneta.
El hombre la golpeó en la cabeza con un palo, la ató y la lanzó a la parte de atrás del vehículo, alrededor de las 17:00 de la tarde -hora local-, contó Birli al diario Kronen Zeitung.
Birli, que sufrió una fractura de cráneo y de un brazo, dijo que perdió la consciencia y se despertó desnuda, con los ojos tapados y amarrada a una silla en una casa que no reconocía.
El hombre, que llevaba un cuchillo, le prometió al principio que la liberaría al día siguiente.
Pero luego intentó obligarla a meterse en una bañera, metiendo su cabeza varias veces bajo un grifo de agua, y la forzó a beber alcohol.
“Una parte de mí pensaba que mi vida se había acabado”, confesó ella, según un artículo de The New York Times.
También intentó asfixiarla poniéndole toallas sobre la cara.
Un buen final
Pero en un momento de calma ella vio sus orquídeas y las elogió, diciendo que eran muy bonitas y que ella también tenía orquídeas en su casa y sabía cuánto cuidado requieren.
“De pronto, empezó a hablar sobre cómo las cuidaba, con agua de su acuario”, explicó Birli. “De pronto, era una persona completamente distinta”.
El secuestrador empezó a abrirse y a hablar sobre su “padre fallecido, una madre adicta al alcohol y las novias que lo traicionaron”.
Esto, explicó ella, le dio la oportunidad de hablarle sobre su hijo. “Le pedí que no me matara, porque el niño me necesita”, dijo. “Le pregunté cómo hubiera sido para él crecer sin una madre”, cuenta The New York Times.
Y entonces le suplicó que la dejara libre, sugiriéndole que hicieran un pacto.
“Le hice una sugerencia: digamos que fue un accidente”, reveló ella.
El hombre estuvo de acuerdo, la desató y la llevó hasta su casa, no si antes llevarla hasta un pedazo de tierra que había heredado de sus abuelos, momento en que ella volvió a temer por su vida.
Cuando llegaron a la casa estaba la madre de ella y el niño de 14 semanas. La pareja de Birli estaba fuera buscándola.
Al llegar, Birli y su madre bloquearon todas las puertas de casa y llamaron a la policía.
El miércoles, desde un centro médico, ella agradeció a aquellos que la buscaron mientras estaba desaparecida, pero añadió que hubiera sido imposible encontrar la casa donde la mantuvieron cautiva.
“Gracias a Dios que fui capaz de liberarme, y que estoy bien, excepto por un brazo roto y una lesión en la cabeza”, escribió.
El portavoz de la policía de Graz, Fritz Grundnig, confirmó a la agencia Associated Press que un hombre fue arrestado por las fuerzas especiales Cobra el miércoles en conexión con el caso.
Lo localizaron gracias a la computadora de la bicicleta.
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