La Canarinha se iba a enfrentar a Japón al día siguiente y la marabunta de reporteros presentes rodearon a una persona de estatura mediana, vestido con pantalones ajustados y chaqueta de cuero que recién se había sentado en las tribunas.
BBC NEWS MUNDO
“Como un tractor”: el cuestionado estilo del padre de Neymar, el hombre que mueve los hilos del jugador más caro de la historia del fútbol
El repentino apuro de los periodistas brasileños no pasó desapercibido por las personas que se encontraban presenciando una sesión de entrenamiento de la selección brasileña para un amistoso en Polonia en 2012.
Fue tal el movimiento que se produjo que un periodista de la televisión polaca preguntó: “¿Quién es ese exfutbolista?”
“No es un exjugador, es un tipo mucho más rico”, bromeó uno de los miembros de la prensa brasileña.
Lo cierto que la persona en las gradas se trataba del papá de Neymar, quien la semana pasada se convirtió en el futbolista más caro de la historia.
Neymar sénior, como es conocido popularmente, se encontraba supuestamente observando a su hijo tomar parte de los ejercicios y rutinas de entrenamiento sobre el campo.
Pero la realidad fue que apareció para avivar la llama de los rumores de la tensa pelea entre Real Madrid y Barcelona para fichar a la estrella del Santos brasileño.
Los medios de comunicación de ambos países comenzaron a describir a Neymar sénior como una persona que se maneja de manera sospechosa luego de las informaciones que mostraron que sus negocios se habían expandido y trabajaba como consejero con el Barcelona en el fichaje de otros jugadores.
“Entonces, ¿para qué club ustedes dicen que mi hijo estará jugando esta semana?”, lanzó con una sonrisa algo sarcástica.
Puede que Neymar padre también haya sido un futbolista profesional, pero nada de lo que hizo con el balón se puede comparar a su trabajo como el principal consejero e influyente figura en el histórico fichaje del París Saint-Germain del delantero brasileño de 25 años por más de US$260 millones.
Y sus negocios -con frecuencia controversiales- comenzaron hace muchos años.
Educación o nada
Cuando Neymar junior nació el 5 de febrero de 1992, el sueño de su padre como futbolista profesional ya había acabado.
En su lugar, Neymar sénior se trataba de ganar la vida en trabajos mal pagados en Mogi das Cruzes, una zona trabajadora de clase baja en las afueras de Sao Paulo.
Con problemas para llevar la comida a la mesa, Neymar padre se vio obligado a trasladar a su familia -que incluye a su hija Rafaella- a un cuarto en la casa de su madre en el pueblo costero de Sao Vicente, cerca del más conocido Santos, que fue de donde surgió el nombre del popular club del que salió Pelé.
Uno de los pocos lujos que la familia se podía permitir fue la membrecía en el Tumiaru, un humilde club social donde el pequeño Neymar se pasaba las horas pateando una pelota de fútbol sala.
Al poco tiempo, apareció el Gremetal, otro club de clase trabajadora que lo vio jugar y lo reclutó para sus plantilla.
A los 10 años, Neymar ya estaba jugando -y se aprovechaba de ellos- contra futbolistas varios años mayor que él en un lugar en el que los trabajadores de acero de Santos y sus familias se relejaban.
Rápidamente se fue propagando la voz sobre la presencia de un fenómeno futbolista hasta el punto que el club Portuguesa Santista, que sirve de semillero para el Santos, se acercó para preguntar por él.
Ese fue el momento en el que Neymar padre puso como principal condición que se garantizara la educación de su hijo.
En los años 90, uno de cinco brasileños mayores de 15 años era analfabeto, e incluso ahora la gran mayoría de futbolistas sólo estudian hasta la primaria, según información de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Neymar padre se preparaba para la eventualidad que su hijo no lograra llegar a ser profesional o se tuviera que conformar a jugar en categorías inferiores como lo hacen la mayoría de futbolistas en Brasil, donde más del 80% ganan menos que el salario promedio del país de unos US$550.
Sus demandas fueron cumplidas y su hijo recibió una beca escolar en el Liceu Sao Paulo, unos de los más prestigiosos colegios privados en Santos.
Cuando Neymar comenzó a brillar en las competencias interescolares, sus rivales se quejaron que el entonces adolescente estaba siendo utilizado sólo para ganar partidos y no para recibir educación. Pero ellos no conocían a Neymar sénior.
A diferencia de sus vecinos, Neymar pocas veces dejó de asistir a clases y su contacto con la pelota se producía en general en las sesiones de entrenamientos y partidos con el Portuguesa.
Estaba claro que su padre estaba por la labor de asegurar que el pequeño fenómeno se mantuviera en línea ya que estaba convencido que su hijo le podía cambiar el futuro a toda la familia.
Y no tuvo que esperar mucho.
Feroz
En 2005, el Real Madrid estaba negociando con el Santos FC el fichaje de Robinho, quien para la época era el jugador con más proyección del fútbol brasileño, cuando el agente a cargo de las negociaciones mencionó por “casualidad” el nombre de otro prospecto.
Según cuenta la leyenda, Wagner Ribeiro le contó al Real Madrid sobre un joven de 13 años llamado Neymar, quien estaba ganando poco más de US$120 en la academia del Santos.
Tras ser sometido a una prueba en Madrid, hubo una oferta de una casa y trabajo para los padres, pero lo que hizo Neymar sénior fue negociar un considerable aumento con el Santos para quedarse en el equipo (más de US$300.000) y un cheque mensual de más de US$6.000.
“El padre del niño ya era en ese momento una fiera en las negociaciones. Era como un tractor”, recuerda el director del conjunto brasileño.
Las ganancias fueron aumentando proporcionalmente a medida que la popularidad de Neymar crecía tras llegar al primer equipo en 2009, pero la forma de operar de su padre nunca cambió.
La familia, instalada en un lujoso apartamento, se podía permitir ciertos caprichos dada la suculenta mensualidad que llegaba a la casa, pero para ciertas cosas como la ropa de marca o joyas todo dependía del rendimiento en el campo.
En 2010, cuando los aficionados y la prensa brasileña presionaban al seleccionador Dunga para que llevara a Neymar a la Copa del Mundo de Sudáfrica, la entonces estrella del Santos quería un automóvil como regalo para sus 18 años.
Recibió uno, pero sólo después de cumplir con el objetivo que le había puesto su padre en el campeonato sudamericano sub20 con Brasil, en el que terminó anotando dos goles en la final.
“Sólo porque nos podemos permitir cosas ahora, yo puedo dejar que queme todo su dinero”, explicó Neymar sénior. “Tiene que aprender el valor de las cosas”.
Padre y representante
Esas palabras resonaron en su contra cuando se dieron a conocer los detalles del traspaso de su hijo al Barcelona en 2013.
Además de mostrar que Neymar papá llevó a cabo negociaciones secretas con el club catalán a espaldas del Santos, él recibió un pago de compensación cercano a los US$50 millones, no declarado, para asegurar que el jugador ficharía por el Barça, además de recibir más de US$3 millones por sus servicios como agente.
Tanto hijo como padre están siendo investigados por las autoridades española y se enfrentan a acusaciones de evasión fiscal por el servicio de recaudación de impuestos brasileños.
Ambos han negado reiteradamente haber cometido algún delito.
Los medios de comunicación de ambos países comenzaron a describir a Neymar sénior como una persona que se maneja de manera sospechosa luego de las informaciones que mostraron que sus negocios se habían expandido y trabajaba como consejero con el Barcelona en el fichaje de otros jugadores.
Pero hay una cosa que nunca ha cambiado y es la adoración de Neymar por su padre, algo que expresa frecuentemente a través de sus redes sociales.
Al final de cuenta él hace lo que cree más conveniente para la persona más importante para él: su hijo.
Pese a decir públicamente que trató de persuadir a Neymar para que se quedara en el Barcelona, Neymar sénior cumplió con el deseo de su hijo de ir al PSG, no sin antes asegurar que ambos obtuvieran una suculenta ganancia por el traspaso.
¿Y acaso ese no es su trabajo?
Para Neymar sénior lo principal es velar por el futuro de su hijo, como padre, y del futbolista, como agente. El resto le es completamente secundario.
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