Se dedicó al arte marcial desde hace más de una década, después de llevar a sus dos hijos pequeños a clases.
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Cómo el taekwondo ayudó a Adena Friedman a convertirse en una de las mujeres “más poderosas” del mundo (según Forbes)
Adena Friedman, de 49 años y jefa ejecutiva del gigante de la bolsa estadounidense Nasdaq, dice que ser cinturón negro en taekwondo le ayuda a ser más intrépida en los negocios.
“Es una gran disciplina para mi cuerpo y mi mente”, dice. “Me ha dejado grabada la idea de que el éxito está bajo mi control”.
“También me ha ayudado a reducir el miedo de recibir un golpe (metafórico). Sé que me pueden golpear, pero no es lo peor en el mundo”.
“Solo necesito decidir levantarme y seguir luchando”.
Friedman, quien es la jefa ejecutiva de Nasdaq desde enero de 2017, es una de las principales líderes empresariales del mundo.
De hecho, la revista Forbes la califica como la mujer número 16 entre las “más poderosas” del planeta, lo que la pone por delante de Oprah Winfrey, la reina Isabel II y Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda.
Pero lo que hace del éxito de Friedman en Nasdaq algo particularmente impresionante es que empezó en el peldaño más bajo de la compañía.
En 1993 inició como una practicante sin paga de 24 años y en el transcurso de los siguientes 26 años ascendió de manera lenta pero constante hasta la cima, pasando todo ese tiempo, con la excepción de tres años, en la firma.
Sobre su éxito en el ámbito empresarial, Friedman dice que “le gustaría ser conocida como una gran líder, no como una gran líder mujer”. Y ha implementado políticas para ayudar a que más mujeres obtengan puestos de alto nivel en Nasdaq.
El camino al éxito
Originaria de la ciudad estadounidense de Baltimore, ella comenta que sus padres fueron la inspiración para tener éxito en la vida. De hecho, fue su padre quien la inició en el mundo de las finanzas ya que tenía un puesto de liderazgo en una firma de inversiones.
Cuando era niña, a menudo pasaba el tiempo con él en el piso de operaciones.
“Tuve la oportunidad de estar con los agentes de bolsa, lo cual fue algo divertido”, dijo en 2017 en una entrevista con Bloomberg.
Friedman considera a su madre como su “heroína”, ya que pasó de ser originalmente ama de casa a luego licenciarse en Derecho y convertirse en la primera integrante de un bufete de abogados local.
Al igual que muchas otras personas, la directora de Nasdaq consideró varias profesiones antes de decidir dedicarse al mundo de las finanzas.
Fue educada en una escuela privada para mujeres y después de ver a Sally Ride convertirse en la primera mujer estadounidense en ir al espacio en 1983, Friedman soñaba con ser astronauta.
Más tarde, después obtener su licenciatura en ciencias políticas en el Williams College de Massachusetts, empezó a considerar lanzarse a la arena política.
Pero fue tras trabajar por una temporada para el exvicepresidente Al Gore, durante el tiempo en que fue senador de Estados Unidos, que Friedman se decidió por el mundo de los negocios ya que sentía que podía tener un “impacto más inmediato”.
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Y después de obtener una maestría en administración de empresas se integró a Nasdaq. Ella asegura que logró ascender profesionalmente con trabajo duro y asumiendo “felizmente” proyectos poco atractivos en los que podía demostrar que era capaz de hacer una gran diferencia positiva.
Para 2011 ya había ocupado varios puestos de rango elevado, pero hizo una pausa en la compañía para empezar a trabajar como jefa de finanzas y directora ejecutiva en The Carlyle Group, una de las empresas de inversión privada más grandes del mundo.
No fue sino hasta el 2014 que Friedman regresó a Nasdaq para luego ocupar el puesto más importante en 2017. Ese año se reportó que su salario anual era de US$14 millones.
“Visionaria tecnológica”
Actualmente, Nasdaq, ubicada en Nueva York, es la segunda bolsa de valores más grande del mundo, en base al valor combinado de todas las acciones que tiene y se cotizan en ella.
Solo su rival en la ciudad, la principal bolsa de valores de Nueva york la supera.
Nasdaq también posee siete bolsas europeas que incluyen a Copenhague, Estocolmo y Helsinki. Y vende su software y otras tecnologías comerciales a otras 110 bolsas y 150 firmas de inversión. El año pasado sus ingresos sumaron un total de US$2.530 millones con una ganancia neta de US$458 millones.
April Rudin, estratega de mercadotecnia que se especializa en el sector de servicios financieros, comenta que Friedman es una “visionaria tecnológica” que está ayudando a Nasdaq a adoptar nuevas oportunidades tecnológicas.
“Ella está liderando no solo a la compañía, sino también a la industria financiera, a través del siguiente cambio tecnológico: la nube, el blockchain (o cadena de bloques, la tecnología en la que se basa la moneda digital) y la inteligencia artificial”, dijo Rudin.
Aunque la propia Friedman considera que, si bien la tecnología es importante, los humanos seguirán siendo indispensables. O mejor dicho, los algoritmos e índices siempre iniciarán con una “elección fundamental” por parte del ser humano.
Mujeres líderes
Al ver su propia trayectoria, ella asegura que su carrera ha sido un “viaje extraordinario”.
“Espero que mi trayectoria profesional motive a las mujeres en la fuerza laboral a darse cuenta de que hay un camino para los roles de liderazgo en todas las industrias”, dijo Friedman.
Desde que asumió el puesto más importante en Nasdaq, las políticas de Friedman dirigidas a ver más mujeres en puestos de liderazgo en la compañía incluyen el compromiso de que al menos 30% de la mesa directiva sean mujeres y entrevistar al menos a una candidata calificada para cada vacante de alto nivel.
Pero para cualquier persona que quiera entrar a la industria, independientemente de si es hombre o mujer, ella comenta que “siempre deben ser curiosos”.
“Crea un entorno en el que tú y tu equipo se sientan cómodos no teniendo todas las respuestas y disfruten haciendo preguntas para aprender constantemente”, dijo ella.
“(Y) Nunca seas complaciente. Las grandes empresas han aprendido que la complacencia mata a la innovación, por lo que necesitan esforzarse constantemente y ofrecer las mejores ideas innovadoras a sus clientes”.
Practicar un arte marcial también puede ayudar. Friedman, quien siempre aparta tiempo para el taekwondo: “El arte marcial me recuerda que si quiero mejorar, depende completamente de mí tomar la iniciativa para trabajar más duro”.
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