Unas seis mil personas habitan en las comunidades de El Chico y Barrita Tres Cruces, cercanas al humedal, uno de los más extensos de Centroamérica, y que sirve como área de paso para aves migratorias.
También alberga las especies de mangle colorado, blanco y negro, así como tres tipos de arbustos.
Sergio González, técnico del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas, indicó que este humedal contribuye a conservar la biodiversidad y supervivencia de los pobladores, quienes pescan y cultivan, además de promover el turismo.
“La cacería, tala ilegal de mangle, incremento de la industria y contaminación con desechos sólidos y líquidos, contribuyen a que este humedal esté en peligro”, expresó González.
Añadió que es importante conservarlo, por lo que se deben tomar acciones para su rescate.
Osmundo Ramírez, guardarrecursos del Conap, indicó que impulsan proyectos de crianza de tortugas e iguanas, y han reforestado 45 hectáreas de mangle, para contrarrestar el daño que se ha causado.
David Lemus, líder comunitario, indicó que el sitio necesita ser promocionado como destino turístico, pero aseguró que no hay apoyo de las autoridades.
Contaminación
En la zona costera de Escuintla hay unas dos mil hectáreas de humedales entre Tiquisate, Nueva Concepción, La Gomera, Puerto San José e Iztapa; sin embargo, pobladores señalan que el mayor problema que afrontan estos recursos es la contaminación por la agroindustria.
Pedro Vásquez, líder comunitario de la aldea Naranjo, La Gomera, señaló que varias fincas han arrasado con los manglares, lo que ha afectado a unas mil 300 familias de cinco aldeas.
Carlos Salvatierra, de la Red de Manglar Internacional, indicó que están preocupados por la tala inmoderada de mangle en los humedales, pues pone en peligro de extinción esos recursos naturales.