En Quetzaltenango
Recorrer los museos en Quetzaltenango es trasladarse al pasado, conocer la historia que marca el presente, la cual está llena de simbolismos, tradiciones, formas de vida, arte y costumbres de civilizaciones anteriores.
El Museo de Historia Natural Víctor Salvador de León Toledo, situado en la Casa de la Cultura, inició con la recolección de antigüedades alrededor de la década de 1950, pero en diciembre de 1960 fue cuando abrió sus puertas formalmente.
Vinicio Contreras, director de la Casa de la Cultura, cuenta que en esta institución hay más de cinco mil piezas que se clasifican en colecciones de numismática, botánica y zoología, además de representaciones de historia, documentos antiguos, piezas arqueológicas prehispánicas y tecnológicas.
En el recinto se observan vestigios de lo que fue el Sexto Estado de Los Altos, entre actas, sillas y vestuario, también cañones, armas y llaves que provienen de los siglos XVIII y XIX.
Lo que comenzó como un café se convirtió en un lugar que resguarda historia. Se trata del Café y Museo La Luna, el cual fundó en 1996 Raúl Izas Chávez, que exhibe piezas y colecciones antiguas de su familia.
Carlos Izas, encargado del lugar, refiere que el ingreso es gratuito a quienes deseen conocer parte de la historia de Xela. En el lugar hay colecciones de monedas e historia de personajes importantes de la ciudad quetzalteca, como el compositor Paco Pérez y ganadores de juegos florales. La pieza más antigua que resguarda es un libro de inscripciones que data de 1875. También hay utensilios de cocina, cámaras fotográficas y de video, así como sumadoras de los años de 1900 a 1950.
El relato de tradiciones y costumbres se entreteje en los bordados de los cien trajes típicos de la colección del Museo Ixkik’ del Traje Maya, en el Centro Intercultural de Quetzaltenango. Fundado en el 2004 por Miriam Nimatuj, Lina Barrios y Raquel García como una colección itinerante, sienta formalmente su sede en el 2006, cuando se les da la oportunidad de un espacio de la institución cultural.
Raquel García, directora, cuenta que empezaron con una colección de 20 trajes, muchos de estos propiedad de las mismas fundadoras, y que con el paso del tiempo se agenciaron de donaciones y recibieron el apoyo de la institución Aporte para la Descentralización Cultural (Adesca), para la compra de 20 más.
Hasta ahora la colección está compuesta por trajes representativos de las poblaciones quiché, cakchiquel, mam, pocomam, ixil y otras.
En Sololá
La Torre Centroamericana, que celebró este año el centenario de su fundación, guarda la historia de Sololá.
El edificio es una de las construcciones más antiguas de la cabecera departamental (1914-1916). Recibió el nombre de Torre Centroamericana por iniciativa de Felipe de Jesús Quintana, y se acordó bautizarlo así en conmemoración de la unión del Istmo. El museo que se encuentra en el edificio muestra fotografías de hace dos siglos, trajes de las 14 cofradías de Sololá y de los pueblos que rodean el Lago de Atitlán.
En Sololá también se pueden apreciar las piezas que exhibe el Hotel Posada de Don Rodrigo, en Panajachel. Este guarda objetos ancestrales que fueron encontrados bajo el Lago. Según la historia, hace unos dos mil años, al sur del manto de agua, sobre una isla cercana al volcán Cerro de Oro, estuvo asentado el pueblo samabaj. Un día, el nivel del agua subió en forma repentina y dejó la localidad sumergida a unos 30 metros. Algunos restos fueron rescatados y son los que ahí se muestran.
Estela Risquimón, encargada del museo, cuenta que las piezas son originales y que la mayoría son instrumentos domésticos. “Destaca el yugo de piedra para matar a los animales, cofres sagrados para los mayas, cántaros, ollas, incensarios, vasijas, entre otros”, explica.
Se sabe que existen otros tesoros arqueológicos en las profundidades del Lago de Atitlán, pero tras el descubrimiento, las autoridades prohibieron su extracción.
En Quiché
El Museo Arqueológico Regional de Chichicastenango y el Museo Q’um’arkaj, capital del reino maya k’iche, en Santa Cruz del Quiché, son dos destinos obligados para turistas nacionales y extranjeros que deseen conocer más sobre la identidad e historia de la población que habitó esta región antes, durante y después de la conquista de los españoles (1524).
Diego Tomás, encargado del Museo Arqueológico Regional de Chichicastenango, cuenta que el sacerdote alemán Hugo Idelfonso Rossbach, quien llegó en 1926 a dirigir el templo católico de la localidad, fundó el museo al haber acumulado obsequios de los feligreses y comprar algunas piezas arqueológicas que la población de la época encontraba en sus terrenos.
El Museo Q’um’arkaj, que fue inaugurado el 23 de septiembre del 2011, integra cuatro salas temáticas ordenadas cronológicamente con aspectos históricos de los grupos que habitaron Quiché en la época prehispánica.
Como complemento del museo, también fue reconstruido un campo de juego de pelota maya, considerado el más grande en Guatemala.
DIRECTORIO
Museos de occidente.
Museo del Hotel Posada de Don Rodrigo, final de la Calle Santander, zona 2 Panajachel, Sololá. Teléfonos 7762-2326. Abierto de 9 a 18 horas. Admisión, Q35 extranjeros y Q20 nacionales.
Museo de Historia Natural Víctor Salvador De León Toledo, 7a. av. 11-15, zona 1 Quetzaltenango. Abierto de lunes a domingo de 8 a 18 horas. Entrada, Q1 nacionales y Q6 extranjeros. Teléfono 7761-4931.
Museo Ixkik’ del Traje Maya, 4a. calle y 20 av., zona 3 Quetzaltenango. Abierto de lunes a viernes de 9 a 18 horas. Admisión para nacionales, Q10; extranjeros, Q25. Teléfonos 5273-4048.
Café y Museo La Luna, 8a. av. 4-11, zona 1 Quetzaltenango. Abierto de lunes a viernes de 11 a 21 horas. Sábados de 16 a 21 horas. Entrada libre. Teléfono 7761-2242.
Museo Arqueológico Regional de Chichicastenango, frente a la iglesia católica Santo Tomás, Chichicastenango, Quiché. Abierto de martes a domingo, de 9 a 17 horas. Admisión, Q2 nacionales y Q5 extranjeros. Teléfono 7756-1015.
Museo Q’um’arkaj, Cantón Las Ruinas, Santa Cruz del Quiché. Abierto de lunes a viernes, de 8 a 16 horas. Admisión, Q5 nacionales y Q30 extranjeros.
