Eddy Cordón, quien trabaja en el taller como alistador, encargado de cortes de cuerina y piel, contó que cuando la temporada es buena hace hasta cuatros docenas de pares al día. Óscar Bardales, quien labora como ensuelador, se encarga de pegar el forro con la plantilla.
También coloca esta en una horma para ajustar el corte. Luego introduce el calzado en un estufa industrial, durante 30 segundos, para asegurar el pegado.
El vecino Salomón Vargas relató que una su hermana, quien reside en Estados Unidos, le pide docenas de estas porque sus amigas se las vieron y ahora le compran.
El propietario del taller, Otto Pérez, explicó que utiliza cuerina y piel para la elaboración de sandalias de tacón bajo o alto, y el precio al por mayor es de Q45 el par. Las comercializa también en Chiquimula e Izabal. Para mayor información, llamar al 5327-8792.