Un jefe policial encargado del área donde ocurrió el hecho indicó que, según información preliminar, los vendedores que ofrecen sus artículos en buses en la calzada Roosevelt le pagan Q50 a la semana a una integrante de la mara Salvatrucha, a cambio de que se les deje trabajar en ese sector.
“Es lo que sabemos por ahora y se investiga. También es de ver que, a pesar de que muchos de ellos trabajan de forma honrada, otros aún son miembros de pandillas y extorsionan indirectamente a los pasajeros. Les enseñan sus tatuajes y cuentan sus anécdotas delincuenciales, para ocasionar miedo y lograr que les den dinero en los buses”, aseguró el jefe policial.
Agregó que el ataque del sábado pudo haber sido producto de un ajuste de cuentas entre vendedores que pertenecen a maras.
Algunos de estos vendedores consultados en la calzada Roosevelt aseguraron que no conocían a los que fueron atacados en ese sector, y afirmaron que lo único que hacen es tratar de vender para sobrevivir.
“No le pagamos a nadie para que nos dejen trabajar. Yo vendo de todo para comprar lo que se necesita en mi casa”, refirió un adolescente.
Otra persona que solo se identificó como Diego indicó que incluso los agentes policiales les revisan las mochilas en las que llevan sus productos.
Intimidación
“Se nota cuando son decentes y hacen su trabajo. Hay que comprenderlos, pero otros suben y amenazan con volver a asaltar si uno no les compra, ¿y qué hace uno?”, comentó Maribel Rodríguez, usuaria de un autobús.
German, quien esperaba un bus de la ruta 11, afirmó que respeta el trabajo de los vendedores, pero se nota que muchos aún cometen delitos y transmiten temor cuando suben a las unidades.
Víctimas de ataque
El sábado pasado, en la calzada Roosevelt, fueron ultimados a balazos los vendedores Ábner Raxón Mejía, de 16 años, otro identificado solo como Juan Carlos, José David Foronda Cobías y otro no identificado.
En el ataque resultaron heridos Donald Ramos Recinos, 19, el limpiabotas Juan Carlos Ardón Vásquez, 15, una mujer de unos 25 años de edad y Yazmín Reyes Sequén, junto a su hijo.
El martes último por la tarde murieron baleados Edwin Oswaldo Echeverría Marroquín, 35, y Óscar Manuel Mayorga Bran, 27, supuestos venderos, mientras comían en una cevichería de Chimaltenango.