Por otro lado, la habilitación de infraestructura adecuada y necesaria está en proceso y las compañías ya hacen los planes con miras a una posible masificación, para las diferentes categorías de vehículos y motos.
Una de las apuestas del mercado es que se empiece a conocer la ley y el reglamento de vehículos eléctricos, para que los consumidores consideren pasar de un vehículo de combustión ya que ese conocimiento les animará a quedarse con esa opción según la opinión de los especialistas consultados.
¿Costos en Guatemala?
Juan Carlos Botrán, presidente de la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala (Amegua), comentó que los precios de vehículos eléctricos que ya se ofertan en Guatemala por los distribuidores van desde US$17 mil hasta US$200 mil.
La unidad de menor costo es la de los vehículos pequeños, pero que cuentan con una buena autonomía, equipados con elementos de seguridad en función de su costo, y poco a poco van aumentando su valor.
La variedad que se empieza a observar en las calles y avenidas de Guatemala son los hatchabacks, SUV, deportivos y vehículos de reparto, y según el directivo, cada vez aumenta la oferta, lo que significa que Guatemala está avanzando y se están haciendo bien los procesos.
Por ejemplo, dentro de la oferta disponible en la actualidad una SUV puede encontrarse en el mercado nacional a un precio de Q350 mil, un picop en Q422 mil y un vehículo de reparto desde Q287 mil, con diferentes matrices de mantenimiento (según el recorrido) y con costos distintos en recarga de electricidad.
Motocicletas también
Nina Quevedo, ejecutiva de la distribuidora JCN, comentó que en motos eléctricas cuenta con la marca Thunder que tiene un costo que parte de los Q7 mil 990 y Super Soco que cuesta Q16 mil 900.
Las motos eléctricas están diseñadas para recorridos cortos y es ideal para personas que las utilizan en la ciudad, al perfilar al potencial comprador.
De acuerdo con datos oficiales hay cinco mil 202 vehículos entre eléctricos e híbridos en Guatemala; 618 son unidades eléctricas y cuatro mil 589 son híbridos importados hasta el pasado 10 de febrero según la clasificación según el reporte de la Intendencia de Atención al Contribuyente de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
El parque vehicular activo es de cuatro millones 859 mil unidades
Es un proceso
Pero a pesar de los precios de los vehículos eléctricos, es un segmento que está despertando el interés en los consumidores y parte se fundamenta en los incentivos que se ofrecen en la Ley de Movilidad Eléctrica que cobró vigencia el 30 de agosto del 2022, así como el reglamento desde el 29 de noviembre. Los análisis apuntan a que este mercado es un proceso cultural, de confianza, presupuesto y flotillas.
Para Jean Pierre Devaux, director de la Asociación de Importadores y Distribuidores de Vehículos Automotores (Aidva), un aspecto importante es que las personas conozcan la normativa y que vayan teniendo conocimiento y la confianza de su uso.
Además, que juegan los números, y el presupuesto es otro elemento fundamental ya que los vehículos eléctricos son segmentos con precios mayores a los tradicionales de combustión y pueden escapar de los recursos monetarios de la media de la población.
Sostiene que en el país la movilidad eléctrica “está en pañales”, porque aún no se tiene la infraestructura creada para la recarga de esos vehículos; por otro lado, aún existe la percepción de que la autonomía no es suficiente para un viaje largo, o a la provincia por lo que aún preocupa donde recargar la batería ya que en carretera un imprevisto por bloqueos, colapsos de la red vial y otros pueden hacer que un vehículo se quede sin energía.
Indica además que crear la infraestructura es fundamental para que el mercado de vehículos eléctricos se incremente y de esa manera surjan más empresas que se animen a la importación y venta de vehículos.
Aidva ya tiene socios que se dedican solo a la venta de vehículos eléctricos y están buscando colocar sus productos a quienes prefieran este tipo de unidades, pero aún es poca la demanda.
Hay otras que están pendientes de importar unidades eléctricas, pero como el segmento guatemalteco es pequeño las fábricas piden que los importadores en Guatemala sean los receptores de las baterías eléctricas en desuso para reexportarlas y que se recicle en empresas certificadas.
En Latinoamérica no hay empresas certificadoras y el reexportar una batería genera otros costos.
Por ello el país debe implementar mecanismos para reciclar o desechar las baterías y aunque el decreto en mención establece que el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) debe publicarse un reglamento para el reciclaje o desecho de baterías.
La SAT ya acomodó sus sistemas para la importación de vehículos eléctricos de acuerdo a los lineamientos de la ley y aplica directamente el incentivo fiscal (exención de impuesto), pero que se debe seguir trabajando en la infraestructura y detalles mencionados, precisó el ejecutivo de Aidva.
Un paso natural para ganar confianza en la población hubiera sido primero incentivar el uso de los híbridos para luego de forma paulatina ir pasando a los eléctricos, pero en el país se tomó una decisión diferente, porque los híbridos son de mayor precio que los de combustibles fósiles pero menor que los eléctricos.
Sin embargo, con la Ley, los incentivos fiscales son menores para los híbridos, remarcó Devaux.
Primera flota eléctrica
Álvaro Hugo Rodas, gerente de Operaciones de la Municipalidad de Guatemala, expuso que en la actualidad hay un proceso de licitación para la adquisición de una flota de buses eléctricos que prestará el servicio a los usuarios de la zona 5 capitalina.
Se trata de los buses de la línea 5 del sistema Transmetro, que se convierte en una novena ruta y cuyo trayecto será entre el Parque Colón, zona 1, pasando por la zona 5, y el Centro Cívico.
La particularidad de esta línea es que contará con una flota de 24 unidades movidas por baterías eléctricas.
En proceso está el diseño y los estudios para que, en el área cercana al Parque Ecológico de la Asunción, zona 5, se construya una playa de estacionamiento, donde habrá una electrolinera y allí funcionarán los cargadores para los buses. En breve se hará el evento en el sistema Guatecompras.
Quieren cambios a la legislación
Nelson Escalante, presidente de la Federación de importadores, gestores, vendedores, transportistas de Guatemala, indicó que han solicitado reuniones a la SAT y el Ministerio de Energía y Minas para buscar mejores condiciones de acceso a automotores eléctricos usados, porque solo se permite importar vehículos eléctricos con cinco años de fabricación, y si trae el motor o batería dañada no pueden ingresar.
Por ahora solo se pueden traer del año 2018 en adelante y al ser marcas cuyas unidades no son baratas alcanzan precios que sobrepasan el presupuesto de la mayoría de las personas que busca comprar un vehículo usado.
Estiman que la legislación vigente es restrictiva y con ello se hace muy difícil comercializar vehículos eléctricos usados.
Altas expectativas
Juan Carlos Botrán, explica que contar con una legislación e incentivos para la movilidad eléctrica es positiva. Si bien el usuario debe invertir un poco más en el precio de los vehículos respecto de las unidades que operan con combustibles fósiles, también tiene beneficios, como generar menos emisiones de gases de efecto invernadero, y el ahorro que se puede reflejar en varias vías: una es el menor consumo de energía respecto del consumo de otros combustibles, y la otra es que la unidad no requiere mantenimiento continuo de piezas o servicio.
Aparte de la carga que se pueda dar en empresas u hogares, entidades y comercios han decidido instalar estaciones de carga eléctrica para sus vehículos y otras disponibles al público.
En 2022 se informó que había estaciones de carga lenta:
- En Cayalá Distrito Moda y Cayalá La Torre, en la zona 16.
- En el Centro Comercial Spazio, zona 15; el Club Ecuestre El Pulté, el Restaurante Montanos, zona 10; el Club Las Américas, el Centro Comercial La Noria, zona 14.
- También en Marina del Sur, Escuintla, en el Edificio Avia, zona 10.
- En Grupo Los Tres, zona 9, entre otras.
Las de carga semi rápida están:
- En el Autódromo Pedro Cofiño, Escuintla; Universidad del Valle de Guatemala, zona 15, y en la Cámara de la Construcción, además de seis puntos más en construcción, y otras.
- En la provincia se estaban preparando para Antigua Guatemala, en Jalapa y en Panajachel, según Amegua.
- En promedio un vehículo 100% eléctrico consume 60 kilovatios hora por recarga completa, permitiéndole recorrer alrededor de 350 kms por recarga.
Flotillas de empresas
El crecimiento de la incorporación de vehículos eléctricos en el país no ocurrirá de inmediato, porque las señales se transmiten con lentitud y el mercado tiene que empezar a decir “sí, aquí estoy y tengo vehículos eléctricos a buenos precios”, destacó Carlos Rodas, gerente de Distribución de la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA).
Para ello, es preciso seguir instalando infraestructura de carga, servicios en los talleres para vehículos eléctricos, y explicar a las personas cómo funciona y por qué es mejor que uno convencional o de combustión, y cuánto se puede ahorrar en gasto de carburantes y servicios de mantenimiento y talleres.
Sin embargo, aunque valora que se ofrezcan incentivos, destaca que en el país no hay una oferta competitiva y el mercado tendrá que empezar a dar esas señales.
En el caso de EEGSA, ofrece tarifas de energía a menor costo de 22 horas a las 6 del día siguiente, cuando hay menor demanda nacional, pero el usuario debe hacer una instalación específica para la carga de vehículos.
Por el momento estima que el segmento que puede aprovechar y ver resultados efectivos son el de empresas o entidades que manejan flotillas, porque recorren más distancias que los usuarios comunes y se notarían más rápido los ahorros.
Citó como ejemplo que hay vehículos que recorren a diario entre 400 y 500 km. Otros pueden ser los taxis o un usuario que se moviliza mucho.
Según informó el MEM la semana última, se está dando apoyo al Instituto Nacional de Electrificación para que elabore un análisis del costo-beneficio para sustitución de su cuota vehicular por autos eléctricos. También se espera llevar a cabo estudios con universidades, municipalidades y otros, para un análisis del transporte público.