También en la iglesia, decenas de feligreses hicieron fila para venerar y agradecer y pedir milagros al Niño Dios de Amatitlán, que fue consagrado el domingo último por el arzobispo metropolitano Óscar Vian.
La fe, los cánticos y masiva asistencia dieron realce a la misa que fue presidida por el nuncio apostólico, Nicolás Thevenin.
El religioso acompañó la procesión e indicó que fue motivo de fiesta estar con los habitantes de Amatitlán. “Esta procesión del Niño Dios nos recuerda que el Señor se ha hecho pequeño y humilde”, manifestó.
Añadió que el mensaje de la imagen invita a buscar la santidad y que en las familias, los padres exalten lo mejor de sus hijos y busquen que sean modelos de santidad.
También hizo un llamado a servir al prójimo, y a los padres de familia a que velen por la educación de sus hijos.
El recorrido terrestre de la imagen estuvo acompañado por juegos pirotécnicos y coloridas alfombras elaboradas por fieles que plasmaron su arte con el aserrín, pino y otros adornos.
Veneran imagen
Al llegar la procesión a la playa pública del Lago, la multitud se desbordó de júbilo y devoción para aplaudir y admirar a la imagen del Niño Dios, que luego fue colocada en una lancha en la que impartió su bendición a los espectadores durante el recorrido acuático.
En la celebración fue evidente la devoción de los asistentes y otros que llegaron para disfrutar de los platillos como mojarras fritas, churrascos y caldo de gallina, entre otros.
Tradición familiar
Antonio Lemus Peralta, quien participó en la elaboración de una alfombra, dijo que junto a familiares plasmaron su arte para engalanar el paso de la imagen del Niño. Recordó que durante 35 años la han elaborado.
David Aguilar indicó que junto a su familia son devotos del Niño Dios de Amatitlán. Añadió que este año pagaron Q1 mil 400 por el viaje en lancha, con el fin de acompañar la procesión acuática.