“El objetivo es que en diciembre podamos demostrar, mediante mediciones médicas, que hemos logrado disminuir este flagelo que afecta a Guatemala”, explicó el funcionario.
Cada mes las dos mil familias en cada municipio recibirán por cada integrante 30 raciones de alimentos “mejorados” elaborados a base de una mezcla de arroz, frijoles y vegetales con sabor res y cerdo, el objetivo insistió Velásquez será reducir combatir la desnutrición crónica, la pobreza y la pobreza extrema.
Debido a la escasez de agua entubada, cada familia también recibió un purificador de agua para atender la demanda del líquido en los hogares.
La embajada de Israel donó 82 biodigestores y 82 estufas para igual número de familias. Los biodigestores producirán fertilizante orgánico y biogás para el funcionamiento de las estufas.
A dos mil agricultores se les entregó azadones, palas y machetes para labrar la tierra y para preparar los desechos que producirán el fertilizante y el biogás.
Faltan acciones
Sebastián Castro, alcalde de Santa María Chiquimula, se mostró satisfecho por la ayuda, pero manifestó que su municipio necesita más ayuda para combatir la desnutrición y la extrema pobreza que afecta al 70 por ciento de la población.
“Allá, la tierra es seca, las familias pasan hambre, sin lluvia no hay agua, ojalá la ayuda fuera permanente”, manifestó el jefe edil.
Para el alcalde de Santa Lucía La Reforma, Juan Chacaj, el programa de alimentos debió darle cobertura a toda la población de su municipio. “Como dice el chapulín colorado, el tema hay que discutirlo, hay que ponerse en los zapatos de las personas, se necesitan más acciones por parte del Gobierno para erradicar la pobreza extrema y desnutrición en Santa Lucía”.
Isabel Xebé, originario de Santa Lucía La Reforma, beneficiada con la dotación de alimentos, contó que en su comunidad la sequía provocó que las cosechas de maíz y frijol este año fuera escaso.
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