El jefe de la Comisaría 33 de la PNC, Jaime Martínez Orellana, dio a conocer que un grupo de vecinos llegó a la subestación de la cabecera para informar que había un cadáver en ese centro recreativo.
Agregó que el hombre, de aproximadamente 23 años, pudo haber sido torturado, por una herida cortante en el cuello, y además tenía tatuajes en el brazo derecho y en el ombligo.
Al lugar se presentaron fiscales del Ministerio Público, quienes efectuaron el peritaje respectivo y ordenaron el traslado del cuerpo a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Mazatenango.