Durante el recorrido hacia el camposanto, vecinos y familiares del joven estudiante exigieron con carteles que se castigue a los responsables de este crimen, quienes, de acuerdo con versión de parientes de la víctima, son los integrantes de un grupo de exalumnos que se denominan “Los Abuelos”.
Mientras decenas de personas le daban el último adiós a Celso Enrique en el cementerio general de Mazatenango, las autoridades del Instituto revelaron a padres de familia que ya identificaron a los presuntos agresores y que se colocaron las denuncias correspondientes en el Ministerio Público (MP).
Erwin Tomas, director del Instituto Técnico Industrial George Kerschenteiner, respondió al cuestionamiento de padres de familia que muestran preocupación por lo sucedido y aseguró que se ha individualizado a cuatro exalumnos como los presuntos responsables del hecho, aunque por tratarse de un tema legal, prefirió no revelar las identidades.
EN ESTE MOMENTO
Señaló que una empleada del plantel vio que dos personas llegaron en una motocicleta y se dirigieron hacia donde se encuentra la cancha. Añadió que minutos después un grupo de 20 estudiantes se dirigió hacia la misma dirección y “posteriormente se lanzaron al terreno baldío, en Ferrovías”.
“Ya tenemos definido desde anoche a las personas. Fueron cuatro exalumnos y sabemos quiénes son y no voy a dar más datos sobre eso porque (la investigación) está en proceso”, dijo Tomas.
Celso Enrique cursaba el primer año de la carrera de tornos, pues quería seguir los pasos de su hermano mayor, quien también estudió en ese establecimiento hace 10 años.
La madre del joven ahora exige justicia y denunció que las autoridades del plantel tenían conocimiento de los “sobrenombres”, los supuestos motes que los estudiantes reciben después de ser “bautizados”; sin embargo, estas prácticas, según testimonios, han desencadenado violencia escolar.
Causa de muerte indeterminada, según Inacif
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) entregó un informe a la familia de Celso, en el que se establece que las causas de muerte son indeterminadas, ya que el cuerpo no tiene golpes visibles, por lo que exigen un nuevo informe forense que determine la causa de la muerte del menor, pues aseguran que tenía hematomas en el pecho debido a los golpes ocasionados con algún objeto contundentes.
Guadalupe Ramos, hermana de la víctima, relató que Celso días atrás le contó sobre el “bautizo” de los estudiantes nuevos y cómo exestudiantes ingresaban a las instalaciones del instituto y los llevan a terrenos baldíos para agredirlos físicamente.
A condición de anonimato, algunos estudiantes denunciaron que son víctimas de agresión física y extorsión, ya que si no quieren ser golpeados “muy fuerte” deben pagar una cuota a los exalumnos.
También señalaron que se han quejado con los docentes y en la dirección del plantel, pero han sido ignorados.
PDH se pronuncia y habla de otro caso
El procurador de los Derechos Humanos, Alejandro Córdoba, recomendó este miércoles a las autoridades correspondientes agilizar las investigaciones referentes a la muerte de Celso Enrique, en Mazatenango, y mencionó que tiene conocimiento de otro caso en Retalhuleu.
El jefe de la Procuraduría de los Derechos Humanos emitió un comunicado en el que muestra “su solidaridad con las familias de los estudiantes Celso Enrique Girón Ramos, del Instituto Técnico Industrial Georg Kerschensteiner, ubicado en Mazatenango, Suchitepéquez, y Aron Manases Alonzo Cortez, de la Escuela Oficial Mixta Cantón Perú, zona 4 de Retalhuleu”.
El documento señala que “por información que es de conocimiento público, los estudiantes pudieron haber sido víctimas mortales de violencia escolar, ambos hechos ocurrieron durante mayo de 2023”, razón por la que Córdova recomienda a las autoridades correspondientes efectuar las investigaciones que los casos ameritan y “dilucidar las responsabilidades que la legislación establece”.
“Con relación a estos casos y conforme el mandato constitucional, las auxiliaturas de Suchitepéquez y Retalhuleu abrieron los expedientes correspondientes”, refiere.