Wilson Paredes, esposo de Magnolia Alvarado Lópéz, dijo a las autoridades que su cónyuge era “su brazo derecho en las ventas” y que no entiende qué pudo haber pasado.
“Me duele porque ella era todo para mi, juntos madrugamos para poder preparar las papalinas y poder venderlas. Nos pusimos de acuerdo en trabajar duro para aprovechar el tráfico lento que circula por estos días en la ruta a Cuyotenango”, comentó Paredes.
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Hermana
Paola Alvarado, hermana de la otra víctima, lloró la muerte de Magnolia, a quien la consideraba una “mujer valiente y con muchas ganas de enfrentar la vida, que hoy deja un vacío muy grande”.
“Mi hermana linda, ya no la voy a ver, solo estaba trabajando para ganarse la vida, no le hacía daño a nadie vendiendo sus papalinas y agua pura”, se lamentó Alvarado.
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Compañeros comerciantes de Kimberly Nohemí dijeron que la conocían como la mujer de las gelatinas, producto al que daba “su toque especial”.
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Olegario Hernández, de los Bomberos Municipales Departamentales, explicó que el lunes pasado se empezó a formar tráfico vehicular lento en la ruta de Mazatenango a Cuyotenango, por los trabajos que realiza una empresa privada en el kilómetro 168. “Por eso que los vendedores aprovechan para ofrecer sus productos. Pero lamentablemente dos de esas personas murieron arrolladas”, expresó.
La Policía Nacional Civil reportó la captura de Luis Mercedes Aragón, de 24 años, conductor del camión y quien dijo a las autoridades que el vehículo había presentado fallas y por eso no lo pudo controlar.
Según registros oficiales, cuatro vendedores han fallecido luego de ser arrollados en la ruta CA-2 suroccidente, en lo que va del año.
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