El estudiante cursaba el primer año de la carrera de tornos del Instituto Técnico Industrial “George Kerschenteiner” en esa localidad, pues quería seguir los pasos de su hermano mayor quien también estudió en ese establecimiento hace 10 años.
La madre del joven ahora exige justicia y denunció que las autoridades del plantel tenían conocimiento de los “sobrenombres”, los supuestos motes que los estudiantes reciben después de ser “bautizados”. Sin embargo, estas prácticas, según testimonios, han desencadenado violencia escolar.
El Ministerio Público (MP) confirmó que comenzó con las averiguaciones bajo dos líneas de investigación. Mientras que el director departamental educativo, declaró a los medios que los “sobrenombres” eran un problema que “lleva décadas”.
EN ESTE MOMENTO
Aviso
La noticia llegó a la familia por una llamada telefónica en la que se les informó que el menor se encontraba en el Hospital de Mazatenango. “Mi pregunta es quién lo vino a dejar”, dijo desconcertada Yolanda Ramos, madre del estudiante, quien relató que su hijo le había comentado anticipadamente de los “bautizos”.
“Tenía entendido que era allí (en el Instituto), que entre los mismos compañeros que se lo hacían, pero ahora resulta que dicen que han estado llegando exalumnos. Yo pienso que eso no está bien; en una reunión anterior, el director nos decía que él no estaba de acuerdo de que ellos estuvieran haciendo eso”, dijo Ramos.
Según su testimonio, los estudiantes sabían que “ya era decisión de ellos si ellos querían ganarse esos sobrenombres” y participar en la “tradición”. “Le dieron un mal golpe a mi hijo y por eso fue que no aguantó”, amplió.
El hecho ocurrió el lunes por la tarde, entre las 17 y 18 horas, pero había sido la primera vez, según las declaraciones que la fiscalía ha conseguido hasta ahora. La madre contó que su hijo le dijo días antes que ya lo habían sacado del Instituto y lo habían lanzado hasta la orilla de un barranco.
Según dijo, quiso reclamar al centro educativo, pero el estudiante se negó y le dijo que solo se estaba “ganando” un sobrenombre.
Hipótesis
El Fiscal del distrito de Suchitepéquez, Noé Macario, informó que hay dos hipótesis para investigar la muerte del estudiante de 17 años.
“Una es que él se había saltado la pared y como consecuencia había recibido un golpe y había fallecido. La otra es que personas desconocidas habían ingresado, lo habían sacado y lo habían golpeado”, detalló.
Según Macario, “en ese orden” la agencia fiscal empezó a investigar el caso para identificar a quiénes se les señala de haber ingresado y de sacar a los alumnos del plantel.
La fiscalía espera obtener más información a través de las evaluaciones forenses.
Alumno declara
Uno de los alumnos, quien pidió mantenerse en el anonimato por seguridad, dijo que los estudiantes son objeto de insultos y hasta golpes que reciben en los servicios sanitarios.
Las agresiones dijo, ocurren fuera del perímetro de las cámaras de vigilancia. Incluso, relató que algunos docentes les dicen “vayan al baño a sacar pecho” en alusión a los golpes que reciben por los estudiantes antiguos.
La familia sospecha de un grupo de cinco estudiantes antiguos denominados “Los Abuelos”, de quienes hay antecedentes por este tipo de prácticas de “bautizos”. Algunos de ellos, según la madre del menor, ya son “grandes” y “padres de familia”.
Según tienen conocimiento por rumores, el grupo ingresó al centro educativo para bautizar a los estudiantes de nuevo ingreso; sin embargo, “todo se salió de control”.
Práctica de antaño
La practica de los bautizos van en contra de los lineamientos del centro educativo, aseguró Byron Morales, a cargo de la Dirección Departamental de Educación, pero según los familiares se practican en “total impunidad”.
Morales aseguró que entre las primeras acciones se investigará a lo interno el nivel de seguridad de los estudiantes, pero enfatizó que el problema de los “bautizos” lleva décadas y no se ha podido ser erradicar “a pesar de las medidas”.
Según el director educativo, si hay docentes que consintieron los hechos serán sancionados de forma administrativa y en caso de ser señalados, enfrentar cargos de ley.
Morales expuso, el Instituto necesita una “reestructuración profunda” y recordó que se intentó establecer una comisión intersectorial, pero no hubo respuesta de estudiantes y poco involucramiento de los papás.
“Crecí al otro lado de la calle del Técnico Industrial, jugábamos pelota de niños y desde entonces observábamos con coraje, todos los desmanes y atropellos que cometían los grandes, los antiguos, en contra de los muchachos nuevos, incluso a veces con presencia de los padres de familia”, relató Morales.
Preocupación
Algunos padres de familia se reunieron improvisadamente al conocer el caso, aunque no dieron declaraciones a los medios, algunos expusieron que estaban considerando si debían retirar a sus hijos del Instituto.
Además, esperan que el plantel tome acciones y que los docentes sean sancionados ya que “nadie responde por la seguridad de los estudiantes”.