El 4 de febrero del 2017, Gabriela salió, junto a su mamá, de Xela a Cantel, Quetzaltenango, para conocer una vivienda que pretendían pedir en alquiler. Ese día ambas desaparecieron.
En la noche fue localizada con vida la madre y al día siguiente, en el río Samalá, fue hallado el cuerpo de Gaby.
La historia de terror que vivieron las victimas cuando acudieron a la granja San Vicente, kilómetro 221, Cantel, para conocer el inmueble que el sindicado ofrecía en arrendamiento, según la investigación.
EN ESTE MOMENTO
En la audiencia de este martes 19 de julio, Nery Alberto Barrios López, narró ante el Tribunal algunos de los detalles del día del suceso.
Indicó que su mamá llegó a traer a Gabriela y ambas se fueron a la ubicación donde habían quedado.
Luego recordó que él – Nery Alberto Barrios – fue a la vivienda en el 2014 para hacer un avalúo porque una persona solicitó un crédito a la cooperativa donde él trabaja para comprar el inmueble.
Paso a paso la desaparición
Con la voz entrecortada, recordó que a las 11.50 horas le escribió Gabriela desde el teléfono de su mamá y que “fueron las únicas palabras” que recuerda de su hermana.
En el texto Gabriela puso “miren” y según un video, ella tuvo una conversación con Emerson Marroquín Alfonso.
El video mostraba la propiedad, pero no la ubicación y mostraba el frente de la casa, un picop chocado de color rojo y la parte interior donde se ve el portón y la fachada que da al otro lado de la carretera.
El le respondió por medio de texto “qué bonito”, en el grupo de mensajería estaban su mamá y sus hermanos.
A los tres minutos cayó otro video en el que va caminando Emerson Marroquín, la mamá de Gabriela, y luego su hermana Gabriela Barrios, quien capta las imágenes con el celular de su mamá.
El objetivo era que la familia se enterara cómo estaba la propiedad, que en un área tiene un pozo y en el 2014 el señalado le mostró la propiedad a Nery Alberto Barrios para hacer el avalúo.
“Llegué a esa ubicación a hacer el avalúo sin pensar que tiempo después iba a saber lo que iba a suceder”, manifestó.
Para la familia todo transcurría normal, pero les llamó la atención cuando en el grupo de mensajería familiar escribieron: “Mi mamá ¿Qué se hizo?”, “O alguien sabe de mi mamá, de mi hermana, ¿Dónde están?
Esos mensajes fueron por la tarde del día de la desaparición. “Sabemos que mi hermana y mi mamá eran personas trabajadoras, que como cualquier persona se desempeña libremente y sabemos que en la noche por la gracia de Dios nos volveremos a ver en casa, ese día 4 de febrero no pasó”.
No respondía el teléfono
Luego de unas horas, una de sus hermanas lo llamó por teléfono para decirle que su mamá no le respondía y según él, estaba impartiendo clases en una universidad.
A las 16 horas de nuevo la llamada de su hermana y le indicó “mi mamá no contesta el teléfono, mi hermana Vilma -Gabriela- no contesta el teléfono, ¿Qué les pasó?”.
Él les dijo que no las molestara porque estaban ocupadas. A las 6.15 de la tarde de nuevo su hermana lo llamó para decirle “estoy muy preocupada, no se qué le pasó a mi mamá”, ya que no respondía.
“Mi hermana se llamaba Vilma Gabriela Barrios López y la conocían mucho como Gaby”, recordó.
Al no obtener respuesta comenzó la preocupación, por lo que su hermana fue a buscar a pie a su mamá a la universidad y revisó si había firmado el ingreso a su trabajo, pero la respuesta fue que no se presentó a trabajar.
Luego su hermana lo alertó de que su mamá no se presentó a trabajar y presentimiento fue de que algo les había pasado a ambas.
Se reunió con su hermana en la universidad y al verificar que su mamá no llegó a trabajar, aumentó la preocupación y recordó que Gabriela en la mañana le había indicado que irían a Cantel, pero no le indicó a qué casa.
Ante esto, revisó el video compartido en el grupo familiar para saber dónde quedaba la propiedad, pero un detalle le llamó la atención.
Cómo identificaron la casa
Le llamó la atención el acceso, la casa tenía un portón negro y unos detalles en las columnas.
Luego de ver la grabación, en su carro se dirigieron al inmueble, para eso eran ya las 7 de la noche, y 15 minutos después llegaron al inmueble.
Llegaron y él se bajó del vehículo y se acercó al portón para verificar los detalles que recordaba.
También vio de nuevo el picop rojo chocado que aparecía en el video, en el que el sindicado indicó que esa era la casa y que la tenía ocupada una persona de Estados Unidos, pero ya estaría disponible.
Posteriormente fue a su vehículo y le dijo a su hermana que esa era la casa y que verificaran qué pasó.
Tocaron el timbre varias veces, pero no hubo respuesta. Luego rodearon la propiedad por la parte exterior porque colinda con una calle hacia la carretera y con una calle de terracería buscando el centro del Cantel.
Después de esa calle hay una pozo que al señalado le gustaba mostrar para decir que ahí se extrae el agua.
En la inspección no estaba su mamá ni el carro en el que se desplazaba; además, no lograron ingresar.
Llamó a una su prima para alertar de la desaparición de ambas. Insistieron para ver si alguien los atendía en el inmueble.
En un casa preguntaron quién arrendaba la casa y les indicaron que la rentaba un exfutbolista.
Llamó de nuevo a su prima y la preocupación incrementó, por lo que la propuesta fue buscar en la Policía y hospitales. También llegó Erick Lancerio, novio de Gabriela, con la intención de verificar y desesperado por saber de ambas.
Con el pasar de las horas la incertidumbre aumentaba por saber del paradero de ambas.
Nery Alberto Barrios López agregó que estaban frente a la casa cuando llegó un vehículo negro y se parqueó frente al portón, el carro ingresó, y él tocó la puerta, pero no hubo respuesta.
Logró ver que Emerson Marroquín bajó del vehículo y subió a la casa. También bajó una señora morena clara; las sospechas de que algo malo pasaba.
A los minutos, se parquearon frente al portón y la gente decía “ese es el Emerson, pregúntele a él”.
Emerson se subió de nuevo al carro y se fue, por lo que tomaron fotos y videos.
Le informan de la aparición
Las llamadas entre la familia continuaron y una prima le indicó que su mamá había aparecido y le adelantó que estaba entre la vida y la muerte. Tenía varias heridas en el cuerpo y estaba en un hospital.
Lo identificó en una foto
La angustia crecía por saber del paradero de Gabriela, mientras que a la mamá le mostraron una foto del señalado e indicó: “Él es, él es”.
Ante lo indicado por su mamá, alertó a la Policía para perseguirlo, aunque los agentes no se mostraron alarmados.
Bajó al río Samalá
En la desesperación por saber de Gabriela, bajó al río Samalá con monte alto a la orilla, ya que el objetivo era saber de ella.
Luego el novio de Gabriela siguió con la búsqueda y él fue a poner la denuncia a la Comisaría de la Policía Nacional Civil, luego llegó a su trabajo donde por medio del avalúo que hizo verificó que sí era esa vivienda.
También con la información denunció lo sucedido en el Ministerio Público.
Las horas pasaban y él estaba en la fiscalía con su prima y ella recibió una llamada para decirle “Vos, tu hermana está muerta, la encontramos, aquí está en el río”.
Su prima le informó de que la hallaron sin vida y él se negaba a creer.
Recordó que su padre estaba operado y lo duro era informarle de lo sucedido. Su padre le cuestionó de por qué las dejó ir solas al inmueble.