Para ellos no hay descanso durante días festivos ni por las inclemencias del tiempo, pues dejar de trabajar significa no llevar alimento al hogar.
Santos Rafael Cúmez relató que tiene 45 años de dedicarse a esa labor, la cual le ha permitido sacar adelante a su familia.
Reconoció que el trabajo es duro, pues tienen que “palear” entre ocho y 10 horas para ganar el sustento diario, pues no hay otras fuentes de trabajo.
Cúmez agregó que ocho integrantes de su familia participan en las tareas, y juntos logran extraer entre seis y siete metros cúbicos de arena y piedrín al día, lo que representa un ingreso de unos Q240, que al dividirlo entre todos les deja una ganancia de unos Q30 a cada uno, dinero que debe cubrir los gastos de vivienda, alimentación, ropa, estudios y medicina.