Añadió que Bukker llegó al país en 1970, y luego desarrolló un incansable trabajo en beneficio de las comunidades más abandonadas de Sololá.
Crisanto Chávez resaltó que la religiosa siempre buscó ayuda internacional para mantener tres clínicas en Santa Lucía Utatlán, Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá, con personal médico y paramédico, así como la distribución gratuita de medicamentos.
Eleovardo Tuyuc Velásquez, sacerdote de Santa Lucía Utatlán, expuso Bukker fue ejemplo de humildad y servicio, pues caminaba largas distancias para asistir a los necesitados.