Este viernes las imágenes serán trasladadas a la sede de la referida cofradía, donde se quemarán cohetillos y bombas; además, habrá música de marimba y se servirá un platillo que consiste en pulique con carne de res, tamales envueltos en hoja de milpa y atol de ceniza.
Agustina Julajuj, vecina, indicó que la tradición se mantiene a pesar de que muchos pobladores han cambiado de religión.
Añadió que para la elaboración de la comida participan las mujeres integrantes de la cofradía, y que algunos grupos que no pertenecen a esta también participan con los preparativos de la fiesta.
Lucio Raxtún, alcalde comunitario del caserío Los Yaxón, dijo que para mantener el orden durante los días de la festividad, se cuenta con la colaboración de las organizaciones comunitarias.