Los damnificados explicaron que las casas se rajaron por los constantes temblores, y el paso la depresión tropical 12E complicó más la situación, debido que el agua destruyó las viviendas, sobre todo en Cuilapa.
Íngrid Chacón, encargada del albergue Ebenezer, a un kilómetro de Cuilapa, dijo que en ese sitio fueron atendidas 70 familias, pero ahora solo quedan 29, porque el resto no soportó seguir viviendo en los ATU y prefirió ir a casas de amigos y familiares o pagar alquiler.
Sufrimiento
“Tenemos un techo donde estar, pero sufrimos bastante, porque las condiciones no son adecuadas para vivir. Durante los dos años que llevamos en este albergue siempre somos afectados por el clima, pues cuando llueve, el agua se nos entra y tenemos que dormir mojados, pero por la noche hace mucho frío. Además, en verano hay mucho polvo y calor dentro de los albergues”, relató Chacón.
Expresó que la madera de los ATU está podrida y temen que la lluvia y el viento los derriben. Chacón recordó que ya se desplomó el techo de uno.
La afectada se quejó también de la inseguridad que se vive en el área y de la escasa vigilancia de la Policía Nacional Civil.
Mayra González Ramos, madre soltera que vive en el albergue con sus tres hijos, expuso: “Estar en estas condiciones es un verdadero infierno, pero como no tenemos a dónde ir, estamos esperando un milagro, que algún día el Gobierno cumpla su palabra de darnos una casa”.
Agregó que el Gobierno les informó que su estancia en los albergues sería temporal mientras les construían viviendas, pero ya pasaron dos años y no hay nada claro.
González indicó que el terreno donde está el albergue es municipal, y la comuna lo prestó para que se instalaran a los damnificados; sin embargo, ya pasó mucho tiempo y no se ven acciones del Estado para resolver la situación.
Agradeció a la comuna de Cuilapa, que los dotó de energía eléctrica y servicio de agua entubada.
Sin ayuda
“Del actual gobierno no hemos recibido nada y por eso necesitamos que nos incluyan en los programas sociales, porque no tenemos ningún beneficio. Hemos pedido apoyo en dependencias estatales de Santa Rosa, pero nos dicen que no tenemos derecho, porque nos van a dar casa, pero ya llevamos dos años en el albergue y nuestros hijos tienen hambre y se enferman de diarrea y de la piel”, expresó González.
Añadió que pese a que el albergue se encuentra a un kilómetro del área urbana, en estos dos años nunca se ha llevado a cabo jornadas médicas o monitoreos para determinar si los niños padecen algún grado de desnutrición.
Construirán inmuebles
Manuel Gutiérrez, concejal de Cuilapa, dijo que no se pueden ocultar las condiciones en las que viven las 29 familias y que estas personas necesitan víveres y atención médica.
Agregó que actualmente se prepara el terreno, porque el Fondo Guatemalteco para la Vivienda y la Embajada de Taiwán construirán 75 casas de bambú, que podrían estar listas en marzo.
El gobernador Adelso Salazar expresó que coordinará con los encargados de programas sociales y averiguará por qué no se les ha dado ayuda a estas personas. Aseguró que la construcción de casas se ha retrasado por falta de fondos.
DATO
75 casas de bambú se espera que el Gobierno construya, con apoyo de Taiwán.