Agregaron que en Monterrico, Taxisco, Santa Rosa, la marea ha llegado a algunos comercios que se encuentran cerca de la playa.
Las autoridades recomendaron a la población que se aleje de las playas, muelles y puertos, no ingresar al mar en periodos cercanos a la marea alta y seguir las recomendaciones de las entidades de gobierno.
En un recorrido efectuado en playas de La Barrona, Moyuta, Jutiapa, se determinó que las olas alcanzan una altura de más de tres metros y que al menos 200 personas ya fueron evacuadas de esa zona.
Además, pobladores Las Lisas, El Chapetón y El Dormido permanecen en alerta debido al oleaje.
“Nos ha sorprendido de nuevo los tumbos, ya que el mar está llenando y el agua se está llegando hasta las casas”, Arnoldo García, líder comunitario de aldea El Dormido.
Según un boletín del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), en las costas del Pacífico las olas registran alturas de hasta de tres metros, con tendencia a incrementar, situación que se mantendrá durante este miércoles y el jueves.
De acuerdo con ese ente científico, esas alturas del oleaje se tornan más peligrosas en periodos de marea alta, por lo que se recomienda a las autoridades portuarias y entidades de emergencia estar pendiente del comportamiento del mar.
Secuelas
Pobladores de la aldea La Barrona, en Moyuta, Jutiapa, intentan reconstruir sus vidas después del fenómeno que afectó a varios municipios en la costa del Pacífico, en donde las olas del mar destruyeron sus viviendas, calles y todo tipo de infraestructura.
Algunas personas que caminaban por las calles y avenidas de la comunidad, y que subsisten de la pesca y del turismo, indicaron que el mar afectó unos 300 metros de playa, y que dejó sin vivienda a 25 familias, además de los daños severos que ocasionó en otros 75 inmuebles.
Las propietarios de las casas que fueron cubiertas por arena intentan recuperar algunas pertenencias, a pesar de que en muchos casos han quedado enterradas hasta por dos metros, y durante horas de trabajo, con palas y azadones, han logrado sacar algunas pocas cosas.
Un grupo de 30 soldados ha estado trabajando en el área para apoyar a los vecinos a evacuar, así como para desenterrar sus viviendas y cuantificar los daños, además de patrullar en el sector para evitar saqueos.
María Barrientos, de la aldea El Botoncillo, El Salvador-fronteriza con La Barrona- , es una de las personas albergadas junto a su familia en la escuela de la comunidad, donde esperan recibir ayuda para reconstruir su vivienda.
“Hemos perdido todo. Agradecemos a los hermanos guatemaltecos que nos recibieron en sus albergues, porque no tuvimos tiempo de tomar camino para nuestro país, nos quedaba más cerca esta aldea. Nos han recibido bien. Mi esposo ha ido tres días seguidos a desenterrar la casa donde vivíamos, pero en pocas horas el mar vuelve a cubrir la casa. Necesitamos madera y láminas para construir una galera y empezar de nuevo”, expresó Barrientos.
En el albergue de La Barrona se encuentran 70 personas que no pueden regresar a sus casas, porque el mar las enterró, mientras que animales de corral deambulan entre los escombros, porque fueron abandonados por sus dueños.
El área afectada está abandonada casi en su totalidad, y pocas personas llegan a intentar recuperar sus pertenencias, ya que todo está enterrado.
“Solicitamos al Gobierno y al pueblo que nos ayude con algo, porque la necesidad es grande. Ahora viene la fase de reconstrucción y no tenemos nada con qué empezar. En otros lugares afectados nos cuentan que han enviado maquinaria para retirar los escombros, pero aquí solo los soldados y nosotros trabajamos con palas. Hay muchos niños que están enfermando, por la falta de alimentos y agua”, expresó Sonia Molina, una de las afectadas.
En la comunidad se siente mal olor debido a la acumulación de aguas residuales, que quedaron estancadas y se mezclaron con los escombros, lo que ha generado proliferación de insectos, situación que ha alertado a la población.
“El mar va a continuar avanzando y no podemos reconstruir en donde ya no hay playa”, Iván Sandoval, vecino damnificado.
Iván Sandoval, otro vecino albergado, comentó: “Mientras que las autoridades aseguran que ya regresó todo a la normalidad, nosotros estamos viviendo con el desastre todos los días, porque por las mañanas y las tardes el mar se mete de nuevo a la aldea. Ya arrasó con 300 metros de playa y sigue avanzando”.
“Las viviendas que se encontraban antes a 400 o 500 metros del mar, ahora están recibiendo la fuerza de las olas. Algunos se han aventurado a hacer barreras con costales de arena, pero más tardan en ponerlas que el mar en destruirlas”, agregó.
En alerta
Pobladores de Champerico, Retalhuleu, continúan alarmados debido a la marea alta que les ha afectado desde el sábado último y que ha provocado pérdidas económicas, debido a los daños en comercios y viviendas.
Un grupo de personas que asisten a la iglesia Príncipe de Paz llegaron recientemente a la playa para orar y pedir que el nivel del mar regrese a la normalidad y que no ocasione ninguna tragedia.
“Estamos en oración para pedir al creador que no suceda ninguna tragedia. Estamos muy preocupados porque las olas del mar han subido hasta cinco metros”, manifestó Julio Acosta, vecino.
El comerciante David López indicó que las olas dañaron la infraestructura de algunos negocios, ubicados en la orilla de la playa, y que muchos vendedores ambulantes también han sido afectados, debido a la baja en las visita de turistas.
Víctor Quintanilla, delegado de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres, comentó que el fenómeno es normal cada año y que se encuentran en alerta amarilla para monitorear el mar constantemente.
“Esperamos que hoy -lunes- empiece a normalizarse el oleaje. El fin de semana que se tuvo un poco de problemas, pero no ha pasado a más”, dijo Quintanilla.
En El Salvador
Autoridades de El Salvador reportaron que para este miércoles se espera el aumento del tamaño de las olas en la costa de ese país, fronterizo con Guatemala, según publica en su página web “La Prensa Gráfica”.
Las autoridades de ese país indicaron que no se tratará de un fenómeno similar al ocurrido el 2, 3 y 4 de mayo últimos, pero aseguran que el impacto podría ser mayor debido a que las personas aún no se repones de los daños ocasionados por las olas.
Agregaron que el aumento del tamaño de las olas se debe a una tormenta extratropical en el hemisferio sur.