Pedro Calderón, líder comunitario, expresó: “La Municipalidad los derrumbó, y ahora no tenemos dónde hacer reuniones ni festejos”.
Asignan Q350 mil
El alcalde Armando Ramírez admitió que mandó a derribar el quisco y el salón porque desconocía que ya había documentación sobre un obra en proceso y que la comuna no puede continuarla porque tendría problemas con la Contraloría General de Cuentas (CGC), pues hay fondos públicos invertidos.
Sin embargo, antes de demoler el quiosco y el salón, Ramírez solicitó Q350 mil a través del Consejo Departamental de Desarrollo (Codede), no para construir de nuevo de nuevo, sino para una cancha de baloncesto, como consta en el Sistema de Información de Inversión Pública, con el código SNIP 81881.
El alcalde indicó que para continuar la edificación es necesario que se investigue qué sucedió con los fondos asignados a para obra en el 2011.
Otros Q180 mil
La construcción del polideportivo fue asignada, en el 2011, por el Consejo Departamental de Desarrollo, a través de la organización no gubernamental Guaprode, a la empresa Constructora e Inversiones Torre Fuerte, por Q900 mil, la cual recibió el 20 por ciento del costo, en diciembre del 2011, como consta en el sitio Guatecompras, con el código NOG 1610244.
Luis Villafuerte, propietario de esa constructora, expuso que la obra quedó suspendida porque el Codede que asumió en el 2012 ya no la reprogramó y por desavenencias entre vecinos de la aldea, pues un grupo pedía modificaciones y otro se oponía. “Tuve que buscar el consenso entre los pobladores”, indicó.
Villafuerte añadió que los trabajos ya empezaron y se concluirán pronto, y que él agregará 20 por ciento más de lo estipulado en el contrato.
Sin embargo, la empresa solo debe cumplir con el 20 por ciento de lo acordado en el contrato, que corresponde a los Q180 mil que recibió como avance de la obra, ya que el nuevo Codede, que asumió en el 2012, no la reprogramó en ese año ni en el 2013, pese a que la CGC impone multas por obras no concluidas.
Dudas
Crisanto Hernández, exintegrante del Consejo Comuntario de Desarrollo (Cocode) de esa aldea, indicó que el contrato fue firmado en junio del 2011, por lo que no entiende por qué no se construyó el polideportivo.
Pobladores tampoco comprenden por qué el Codede y la Secretaría General de Planificación (Segeplán) autorizaron que se le diera seguimiento a una obra que no había sido concluida, pues la Municipalidad solicitó financiamiento en abril del 2013 y argumentó que era para mejoramiento del deportivo, que no había sido iniciado en esa fecha.
Oswaldo Guzmán, delegado de Segeplán en Santa Rosa, explicó que la confusión se debe a que la obra no fue reprogramada después del cambio de dirección en el Codede, en el 2012, y por eso quedó sin asignación presupuestaria del Ministerio de Finanzas.
Señaló que otros 17 proyectos en ese departamento, que fueron añadidos de manera extraordinaria, tampoco fueron reprogramados, por lo cual se perdieron las obras.
Guzmán indicó que el Codede y Segeplán no hicieron reparos en el 2013 para autorizar otra construcción en el mismo lugar donde se autorizó el polideportivo, porque ambas entidades carecen de personal para hacer supervisiones de campo de las obras, por lo que solo hacen evaluaciones técnicas, de escritorio. “No se puede saber si ya se concluyó una obra, pues tampoco existe reglamento que dictamine que debe llevarse a cabo ese monitoreo”, manifestó.
Vecinos indicaron que esperan que ahora que la obra lleva el 40 por ciento de avance, el alcalde Ramírez cumpla y la concluya, pues ya presentó el proyecto en Segeplán para el 2014, con inversión municipal de Q725 mil, según el código de SNIP 108744.
