Aislados
Ávila refirió que durante la época de lluvia no pueden salir de la comunidad porque no hay caminos, y los pocos que existen se vuelven intransitables.
Existen tres puentes colocados por los propios vecinos, pero son débiles, ya que varias veces han sido destruidos por las corrientes del río.
El residente relató que los vehículos no pueden entrar a la aldea, lo que les dificulta vender sus cultivos, como sandía, papaya, maíz, frijol y ajonjolí.
Ávila afirmó que varias veces han pedido ayuda a la Municipalidad y al Gobierno, pero no los escuchan. Los políticos aparecen durante las elecciones, hacen promesas, pero luego desaparecen, criticó.
Jorge Luis López, vicepresidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), refirió que tampoco cuentan con salón comunal que les pueda servir como albergue durante urgencias, tales como inundaciones. “Tenemos que cargar a niños y ancianos y llevarlos a las partes altas”, comentó.
Engañados
López señaló que desde 1990 han solicitado servicio de energía eléctrica. “Hace poco, varias personas se identificaron como personal del Instituto Nacional de Electrificación y nos pidieron Q18 mil para instalar corriente, pero no lo han hecho. Hace unos años nos instalaron paneles solares para proveernos de energía, pero las baterías ya caducaron”, dijo.
El vicepresidente del Cocode contó que cuando desean una bebida fría tienen que ir a Taxisco, a siete kilómetros de la aldea.
Juan José López, vecino de Taxisco, expresó que es triste ver cómo viven las familias en La Providencia, a causa de la poca voluntad de las autoridades, que no implementan proyectos de desarrollo en ese lugar.
“Hace muchos años yo viví en esa aldea, y en varias ocasiones he llegado a visitar a mis amigos y me he percatado de que esta comunidad, en vez de ir para adelante se ha quedado estancada”, comentó.
La Providencia fue popular en un tiempo, debido a que el equipo de futbol cosechó triunfos, pero ahora, quienes eran jugadores se arrepienten de no haber salido en ese entonces del lugar.
Para indagar si existen proyectos para la comunidad, se buscó al alcalde Moisés Morales, pero no se encontraba en su oficina ni respondió las llamadas a su teléfono celular.
El concejal segundo, Otto Peralta, señaló que La Providencia no es la única comunidad abandonada por la actual administración, y que el Concejo no puede coordinar ayuda porque el alcalde no ha convocado a reunión desde octubre del 2013.
Agregó que muchos vecinos se quejan porque el jefe edil no los atiende, y que los concejales están en la misma situación, pues este no se asoma por la comuna.