Jorgito, como cariñosamente le llaman, vende dulces en el parque central de ese municipio después de ir a la escuela, para ayudar a su madre a sostener a sus hermanos, pues su padre los había abandonado y falleció justo el día en que se publicó su historia.
Pero la penuria no era solo de él, sino de todos los alumnos que aún reciben clases en aulas provisionales de madera y láminas de cinc, en el cantón Tonolá.
La Fundación Tigo se solidarizó con los escolares e hizo un estudio en el lugar donde fue construido el nuevo edificio, pues las autoridades de Gobierno evadieron la solicitud, por falta de fondos.
“Estoy feliz porque después de dos años dejaremos de sufrir de polvo, sol, aire y lluvia. Mi profesor me dijo que los exámenes finales los realizaremos en la nueva escuela y esto me motiva a seguir adelante en mis estudios, y en mi venta de dulces, porque ayudo a sostener a mi familia desde que mi papá falleció”, comentó Jorge.
Sueño realizado
El pequeño agradeció a Prensa Libre, a la Fundación Tigo y a los lectores que contribuyeron a hacer realidad su sueño.
Claudia Ochoa, directora de la Escuela, expresó que el ofrecimiento de la Fundación Tigo está por concluir, pues en unos días entregará oficialmente el regalo para los padres de familia y para los estudiantes, ya que ninguna autoridad quiso hacerse cargo.
Recordó que el comité de vecinos hizo varias gestiones para que el Ministerio de Educación reconstruyera la escuela, pero la solución nunca llegó. “Siempre hay instituciones que ayudan a la educación como la Fundación Tigo, que nos dará lo que nunca nos esperábamos”, afirmó Ochoa.
Rodemiro Velásquez, vecino del lugar, indicó que gracias a Jorgito, quien es un ejemplo de superación, sus hijos tendrán una escuela digna.
“Muchos de los niños se nos enfermaban porque las galeras no cumplían con las condiciones necesarias para recibir clases, pero ahora gracias a la promesa de esta fundación de construir la escuelita, dejarán de sufrir”, añadió Velásquez.
Mario Leal, director de la Fundación Tigo, afirmó que el nuevo centro educativo contará con un aula virtual con 20 computadoras e internet. “Se darán cuenta de que la construcción es moderna, se ha invertido al menos Q1 millón 250 mil”, resaltó.